Merecemos habitar espacios seguros

Post G.S.

Todos los 8 de marzo #8M se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, alrededor del mundo se reconoce la lucha de las mujeres por el reconocimiento y ejercicio efectivo de sus derechos.

Este día, pero en 1908, 129 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, Estados Unidos, luego de que se declararan en huelga con permanencia en su lugar de trabajo para reclamar por mejoras en sus condiciones laborales.

Más de 100 años después, seguimos persiguiendo los mismos objetivos que aquellas mujeres, pero a la luz de nuevos desafíos propios de nuestra época: la flexibilidad horaria, la presión de los modelos de la Mujer Maravilla que todo lo puede, el reconocimiento del trabajo de cuidado y las nuevas formas de concebir los espacios laborales, sean digitales o presenciales.

Desde Vita queremos invitar a preguntarnos ¿cómo hacemos espacios laborales seguros? Entendiendo que esto implica generar espacios donde podamos confiar en nuestres compañeres, donde no debamos estar en permanente alerta y estrés, donde sea disfrutable invertir tiempo para tejer redes de contención y donde el desarrollarse plenamente no sea un privilegio, sino una realidad. 

Parece idílico, pero es una lucha que vale la pena dar.

Primero: ¿Qué necesita un espacio para ser considerado seguro?

Debe contar con acciones y mecanismos que garanticen nuestra protección y que nos permitan desarrollarnos, crecer y tener la confianza suficiente para pedir apoyo y construir redes.

Los espacios seguros se caracterizan por la diversidad, por ser inclusivos y no violentos. El cuidado y la ternura en lo individual y lo colectivo se vuelven parte esencial y nos permiten recuperar fuerzas para enfrentar las interacciones en otros espacios.

Espacios donde podemos confiar en nuestres compañeres, donde no debamos estar en permanente alerta y estrés, donde sea disfrutable invertir tiempo para tejer redes de contención.

Se tratan de lugares o entornos en el que nos sentimos cómodes al colaborar con nuestras equipas de trabajo; y en el que no nos sentimos castigades o juzgades al compartir nuestros pensamientos o cuando reconocemos los errores que hemos cometido. En un espacio seguro fomentamos el sentimiento y la práctica de la pertenencia.

Y, ¿por qué apostar por la construcción de espacios de trabajo seguros?

Hacer transformaciones, comenzando por ajustes a nuestra mentalidad y a retar lo que entendemos por espacios laborales, no es sencillo pero es un cambio necesario para el crecimiento sostenible, sano y colectiva al facilitar las siguientes condiciones:

  • Reduce el estrés y el agotamiento: cuando las equipas se sienten seguras en el trabajo, es más probable que expresen sus inquietudes desde el principio y pidan apoyo, lo que evita que los problemas menores se conviertan en mayores al pasar el tiempo.
  • Fomenta la innovación: lo cual está conectado tanto a la creatividad como a la posibilidad de sentirte segure para tomar riesgos e intentar nuevos caminos.
  • La retroalimentación se hace fácil: en entornos de poca confianza la retroalimentación honesta puede ser difícil. En los espacios seguros de trabajo, la retroalimentación sucede fácilmente de manera continua, lo que genera mejores resultados en las equipas.

Pero… ¿Por dónde empezamos?

  • Muestra compromiso con tu equipa de trabajo: Presta atención cuando tu compañere hable a través de practicar la escucha activa, valora sus ideas y opiniones. Al participar activamente, se crea un entorno en el que la gente siente que está bien y es seguro hablar.
  • Evita culpar por los errores: Cuando algo va mal, se tiende buscar a alguien a quién culpar. Pero, para construir y mantener un espacio seguro en el lugar de trabajo, debemos centrarnos en las soluciones. En lugar de “¿qué ha pasado y por qué?”, intenta preguntar “¿cómo podemos asegurarnos de que esto vaya mejor la próxima vez? Estas preguntas convierten la responsabilidad en un esfuerzo de grupo, en lugar de señalar a una persona por un error y facilita la corrección oportuna de estos.
  • Promueve el diálogo: Las equipas de trabajo están llenas de personas con diferentes orígenes y perspectivas, fomentar el diálogo sobre esas diferencias ayuda a generar un espacio seguro. 
  • Establece una conexión emocional con les demás: La conexión emocional es una fuerza motivacional muy poderosa de nuestro cerebro, ayuda a nuestro equipo a sentirse incluidas, apreciadas y seguras. Usa preguntas directas y sentidas: “¿cómo estás?”.
  • Repiensa tus límites y los de tu equipa para trabajar online: Como la pandemia cambió nuestras modalidades de trabajo para siempre, como bonus, te dejamos además algunos tips para trabajar online en clave feminista. 

Sabemos que la construcción de estos espacios no es sencilla, y que no todos los equipos están abiertos a repensar sus formas de relacionarse. Es entendible que te abrumes en el proceso, que te frustres, que te sientas aislade. Recuerda que aquí estamos para escucharte y acompañarte a transitarlo todo. Estas nuevas maneras de relacionarnos las estamos construyendo entre todes y las redes de contención son fundamentales. 

Así que cuando lo necesites, contáctanos al +52155-8171-1117 por WhatsApp, Telegram o Signal.