rias jogja

El lenguaje como herramienta para una internet segura

Post por: Andrea Medina Medina @neapaax de @IntegradosChile y @somosfoich

Mi primer acercamiento a la discapacidad desde el periodismo fue hace poco más de 10 años, cuando comencé a desarrollar la idea sobre cómo internet elimina barreras para las personas con discapacidad y nos hace iguales a todas las personas. Con esa simple premisa comencé a investigar y logré realizar una investigación y un sitio web de noticias para personas con discapacidad. 

El lenguaje puede afectar las interacciones y se puede convertir en una barrera importante para las personas con discapacidad al momento de usar Internet.

Hace 10 años recién comenzaba a educarme sobre la discapacidad (porque ser una persona con discapacidad no significa que una sepa del tema) y aprendí que la discapacidad se genera por las barreras en los espacios físicos y las actitudes de las personas, que generan brechas, inequidades, prejuicios y discriminación, lo que finalmente impide nuestra participación en igualdad de condiciones. 

En mi investigación plantee que el ciberespacio está libre de barreras para personas con discapacidad física, considerando que se eliminan variantes como el cuerpo físico, pasando a un virtual, permitiendo un trato igualitario al no existir espacios físicos, como lugares con escaleras, calles en mal estado, etc., y poder tener un trato en igualdad de condiciones con las demás personas. 

Sin embargo, ya pasados los años, he aprendido más sobre la diversidad dentro de la discapacidad, las implicancias de la discapacidad en nuestra vida, la importancia de la accesibilidad, la autodeterminación, la autonomía y la participación como principios rectores y -por sobre todo- el uso del lenguaje como una herramienta para representar la diversidad. 

He aquí un importante hecho que no aprecié hace 10 años, el lenguaje puede afectar las interacciones y se puede convertir en una barrera importante para las personas con discapacidad al momento de usar Internet. Claro, en esos años era alentador cómo las redes sociales nos abrían el mundo a todas las personas y sobre todo a las personas con discapacidad, que pasamos mucho tiempo en nuestros hogares por la falta de accesibilidad en nuestras ciudades o por la necesidad de asistencia y apoyos para desarrollar actividades. De esta forma, Internet y las redes sociales se volvían una tierra prometida para nuestra autonomía. 

Pero la tierra prometida de los primeros años, se volvió una tierra con matices, claroscuros similares a la tierra física donde habitamos, con espacios seguros, diversos y respetuosos, pero con otros llenos de hostilidad, resentimiento y peligros, que finalmente se convierten en barreras para las personas con discapacidad. 

Sí, porque esta vez no hablamos de barreras físicas, sino de barreras actitudinales, que vuelven a hacer surgir la discapacidad, invadiendo nuestros cuerpos virtuales y dejando una estela en nuestras vidas virtuales, que se traspasa a nuestras vidas físicas y afecta nuestra salud mental. 

Cuando escribí mi investigación hace 10 años, no vislumbré la importancia del lenguaje y la reconstrucción de estereotipos y prejuicios del mundo físico en el mundo virtual. Si bien esto hoy es un problema, no considero que invalide la premisa anterior, sino que más bien actualiza el desarrollo de la idea original, considerando aspectos que han cambiado y evolucionado durante estos años en Internet y nuestras sociedades. 

Las personas con discapacidad buscamos espacios seguros, ambientes donde podamos estar tranquilas y en confianza, sin cuestionamientos a nuestro ser o actuar sólo por tener una condición de salud en particular. Internet nos brinda esto al lograr conectarnos con personas con vidas similares sin importar la discapacidad, pero existen personas que no dan tregua y persisten con la vulneración de nuestros derechos aún en espacios virtuales. 

Existe personas con discapacidad, especialmente jóvenes, que utilizan los espacios virtuales para relatar sus vidas cotidianas y hacer activismo sobre la inclusión de las personas con discapacidad, pero que se ven afectados por comentarios con lenguaje ofensivo, juicios respecto a sus vidas o evidencian prejuicios existentes en el mundo físico en el virtual. Lamentablemente, de esta situación no están ajenas otras personas, como niñas, niños y adolescentes, mujeres, personas de la comunidad LGBTTIQ+, personas indígenas, entre otras que pertenecen a comunidades segregadas. 

Ante este panorama, nuestro deber es afrontar este problema creando conciencia sobre la Internet segura y construyendo ambientes virtuales libres de prejuicios y respetuosos para todos, todas y todes. 

De ahí que debemos volver a lo básico, volver al lenguaje y hacer que sea nuestra herramienta para estas nuevas tareas. Así como el lenguaje es nuestra herramienta para visibilizar a las comunidades segregadas en el mundo físico, hoy debe ser nuestra herramienta para establecer comunidades virtuales seguras, donde prime el trato respetuoso y libre de barreras actitudinales y discriminación.

Las personas con discapacidad buscamos espacios seguros ambientes dónde podamos estar tranquilas y en confianza sin cuestionamientos a nuestro ser o actuar.

El lenguaje es la base de la comunicación, de lo que comunicamos y cómo nos comunicamos, por eso debe ser nuestra herramienta principal para construir una Internet segura para todas las personas. No permitamos que el lenguaje se convierta sólo en manifestaciones de prejuicios, sino que sea la forma como demostramos y validamos la existencia de la diversidad en todos nuestros mundos, el físico y el virtual. 

Seguridad digital con perspectiva de género

Post por:  @luialfaro_  y @monlopez_ de @hijasdeinternet

Internet es un espacio facilitador de derechos humanos, como la libertad de expresión, el libre acceso de información, el derecho a la participación política, entre otros. Cada minuto se publican historias, se comparten fotografías, se expresan ideas y nos conectamos y asociamos con otras personas por este medio. No hay vuelta atrás en esta digitalización acelerada, y tenemos derecho a navegar en una Internet segura. 

Las violencias y ataques que vivimos las mujeres en el plano físico también las trasladan a lo virtual. Las acciones que tomamos para proteger  nuestra integridad digital son un acto de resistencia.

La seguridad digital son todos esos tipos de acciones que podemos hacer para protegernos de riesgos o amenazas en Internet. Esta no es una tarea sencilla, no hay una guía o manual aplicable para todas las situaciones. En particular, las violencias y ataques que vivimos las mujeres en el plano físico también se trasladan a lo virtual.  Las acciones que tomamos para proteger nuestra integridad digital son un acto de resistencia.

Si viviste algún tipo de violencia digital recuerda que no es tu culpa y que no estás sola. Busca redes de apoyo, como amigos, familia o comunidades en Internet (como Hijas de Internet) para hablar sobre cómo te sientes y qué te gustaría hacer al respecto. También puedes acercarte a organizaciones como Vita Activa, Luchadoras o Cultivando Género que acompañan casos de violencia digital. Juntas podemos tomar acciones para estar más protegidas y seguras mientras navegamos en Internet.

Acá describimos algunos ataques a los que estamos expuestas:

  • Ciberacoso

En Internet se reproducen e intensifican las desigualdades de género. Según datos del Módulo de ciberacoso de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de las TIC en Hogares (ENDUTIH 2020), en México las mujeres usuarias de Internet declararon haber experimentado alguna situación de ciberacoso en mayor medida que los hombres. Además, el principal tipo de ciberacoso perpetuado contra mujeres es violencia sexual digital. La situación de ciberacoso más común para las mujeres es recibir insinuaciones o propuestas sexuales (36%), mientras que para los hombres es el contacto mediante identidades falsas y la recepción de mensajes ofensivos (37% respectivamente). 

  • Suplantación de identidad

La suplantación de identidad consiste en hacerse pasar por otra persona en Internet. Este tipo de ataques, las formas y sus consecuencias también son diferentes si se analizan con un enfoque de género. La organización civil Cultivando Género A.C. ha acompañado casos de suplantación de identidad de mujeres y adolescentes mujeres en Instagram. Los ataques consisten en sustraer las fotos que publican en sus perfiles personales y hacer sitios webs falsos disfrazados de perfiles de OnlyFans. 

  • Phishing

Es el envío de enlaces falsos, que tienen la apariencia de ser páginas web verdaderas, para robar datos como contraseñas, números de tarjetas de crédito o cualquier tipo de información personal. El año pasado se popularizó un tipo de ataque a través de Facebook Messenger que consiste en la recepción del mensaje “¿Eres tú en este vídeo?” acompañado de un link falso. Este link redirecciona a una página igual al inicio de Facebook y te pide tus credenciales de acceso (correo y contraseña). Si las proporcionas, los atacantes tienen acceso a la información de tu cuenta, como tus mensajes, y la utilizan para perpetuar el ataque. Cultivando Género también ha documentado que este tipo de ataques son dirigidos a mujeres con la amenaza de hacer público contenido íntimo.

La seguridad digital son todos esos tipos de acciones que podemos hacer para protegernos de riesgos y amenazas en Internet.

A pesar de estar expuestas a distintos tipos de violencia digital de género, podemos implementar herramientas que nos hagan sentir más seguras cuando estamos en línea, aquí te dejamos algunas de ellas:

  1. Ponle atención a tus contraseñas. Una contraseña segura debe tener:
  • Más de 15 carácteres (entre más larga mejor). Combina letras, números, carácteres especiales, mayúsculas y minúsculas. 
  • No utilices información personal, como fechas de cumpleaños o el nombre de tu mascota. 
  • Cambia tus contraseñas al menos una vez al año y trata de no repetirlas
  • Tus contraseñas son solo tuyas, no las compartas. 
  1. Verificación de dos pasos. Activar verificación de dos pasos en tus redes sociales, puedes utilizar tu número de celular o correo electrónico. Aquí te dejamos una guía para que sepas cómo activarla en las distintas redes sociales. 
  2. Para combatir el Phishing. Evita abrir links de direcciones desconocidas. Si no tienes certeza de que la fuente es verídica, no proporciones tus datos personales, como contraseñas o cuentas bancarias. Si diste click al enlace e identificas que es falso, cambia tus contraseñas de forma inmediata. 
  1. Modifica las configuraciones de privacidad en redes sociales y en las aplicaciones de comunicación. 
  • Puedes elegir si quieres que tu perfil aparezca en los buscadores. 
  • Revisa tus permisos de ubicación en las aplicaciones que utilizan. Procura no compartir tu ubicación en tiempo real. 
  • Desactiva si quieres recibir anuncios personalizados.
  • Desactiva los permisos de aplicaciones que no utilices. 
  1. Ten cuidado con lo que compartes en redes sociales. Es importante tener control sobre la información personal que publicas. Puedes hacer tu perfil privado o si es público se cuidadosa con la información que compartes.
  • No compartas datos personales, como tu nombre completo o edad. Te recomendamos el uso de seudónimos o sólo compartir uno de tus dos apellidos.
  • Evita compartir fotografías o indicios de la dirección de tu casa o escuela y no compartas información personal sobre familiares y amigos. 
  • Trata de buscar tu nombre en Google periódicamente para que sepas qué información tuya hay pública en la red. 
  1. Si alguien suplanta tu identidad:
  • Bloquea la cuenta que te está suplantando para dificultar que pueda identificar a tus seguidores y ponerse en contacto con ellos. Aquí te dejamos una guía sobre cómo bloquear cuentas en Instagram. 
  • Reporta la cuenta que te está suplantando a la red social y pideles a tus amigos y conocidos que lo reporten. Aquí te dejamos la guía de Cultivando Género sobre cómo reportar casos de suplantación de identidad en Instagram y Wix. 
  • Documenta lo ocurrido, haz capturas de pantalla de los perfiles falsos y de los mensajes que te envíe.

Recursos:

Acompañamiento psicosocial y justicia transformativa

Blog escrito por AK, a quién agradecemos enormemente su apoyo, solidaridad y conocimientos.

En América Latina, el poder que tenemos todas las personas para transformar entornos, contextos y núcleos sociales violentos, discriminatorios o (re)victimizantes se ve coartado por los contextos de impunidad, obstáculos en el acceso a la justicia y apatía instauradas en la sociedad civil de forma amplia.

Vivimos en contextos marcados por la normalización de distintas violencias que inciden en la forma en nos desarrollarnos en el mundo. Estos contextos moldean la manera en que participamos en la sociedad,  incluso pueden limitar las posibilidades para aprender, explorar, disfrutar y conocer(nos). 

Abre posibilidades de transformación de espacios que reproducen y sostienen violencias mediante la reivindicación de la diversidad con dignidad con memoria y participación activa.

¿Qué es el acompañamiento psicosocial?

El acompañamiento psicosocial es una propuesta que, en la búsqueda de justicia, también abre posibilidades a la transformación de los entramados sociales que reproducen y sostienen las violencias, la reivindicación de la diversidad con dignidad, con memoria y la participación activa. Es decir, es una herramienta que nos permite construir una justicia empática y sanadora.

De manera amplia, el acompañamiento psicosocial nutre las posibilidades colectivas para identificar, recuperar y construir proyectos de vida en torno a la dignidad y la justicia. Al ser una aplicación práctica del enfoque psicosocial en la intervención de situaciones donde se manifiesta la violencia sociopolítica, el acompañamiento psicosocial permite identificar y atender los complejos matices de las realidades que las personas atravesamos; con el fin de transitar al desarrollo de respuestas creadas por las personas directamente afectadas: para resignificar, reparar y sanar los impactos que esas violencias han traído en sus vidas y en el desarrollo de sus comunidades.

¿Por qué recurrir al acompañamiento psicosocial?

La intención de autonomía y agencia  que está implícita en las herramientas de análisis y construcción colectiva que ofrece este acompañamiento, permite generar posibilidades de transformación. Estas herramientas reivindican la voluntad de supervivencia, resiliencia y la dignidad de las personas que buscan acceso a la justicia y el respeto de sus derechos humanos.

El trabajo de iniciativas que atienden distintas manifestaciones de la violencia de género (más allá de los entornos digitales) y espacios de apoyo solidario que han logrado trascender las barreras de lo físico por medio de las tecnologías,

– Da testimonio de otras posibilidades para incidir activamente en la transformación de los contextos que habitamos.

– Derriba la ingenuidad del asistencialismo y provoca una empatía consciente, crítica y comprometida.

– Crea rutas hacia el acceso a la justicia, en la manera en la que permite construir posibilidades de autonomía para quienes se nutren de estas propuestas.

– Reconoce la manera en que la acción transformativa y el acompañamiento psicosocial promueven el apoyo mutuo. 

El acompañamiento psicosocial es un espacio en el que cultivamos la potencia de transformación y el poder que todas tenemos para construir sociedades más justas, más diversas, más participativas, libres de violencia.

Sociedades más justas, libres de violencia

Es importante reconocer- que en múltiples sentidos- las personas y colectividades también somos “nodos” de grandes y ancestrales redes sociales a través de las cuales compartimos, construimos y recibimos información, recursos, consejos, conocimiento, estrategias y herramientas para construir otros futuros posibles. Es aquí donde también cultivamos la potencia de transformación y el poder que todæs tenemos para construir sociedades más justas, más diversas, más participativas y más libres (sí, ¡también libres de violencia!).

Los esfuerzos de distintas iniciativas que buscan ofrecer acompañamiento a personas que enfrentan situaciones de violencia son fruto de años de trabajo, construcción de confianza, diseño e intercambio de metodologías y complicidad entre distintas trayectorias de vida que se han encontrado para consolidar plataformas sociales sobre las cuales podemos acceder a otra forma de entender la justicia.

Algunas iniciativas que promueven el acompañamiento entre la sociedad civil desde América Latina son:

Referencias:

Aluna Acompañamiento Psicosocial A.C., Valoración del riesgo en la defensa de ddhh. Guía metodológica desde el enfoque psicosocial, Noviembre 2021. [Texto consultado en diciembre 2021]

Espacios seguros online

Hemos desarrollado una sensación permanente de lucha, nos ponemos alerta como mecanismo de protección; y no es por demás, el último año hemos sobrevivido a mucho: nos hemos enfrentado a la discriminación, a las violencias, a los duelos, al temor y a las enfermedades propias y de otras. Esto nos llevó a un desgaste físico y emocional – en la cuerpa analógica y en la digital. 

Espacios seguros online. Es muy importante que volvamos a aprender el arte de descansar y relajarnos...nos permite aclarar nuestras mentes, enfocarnos y encontrar soluciones creativas a los problemas. Cita de Thich That Hahn

¿Cómo puedo calmar la sensación de alerta que me desgasta? 

  • Identificar -o construir – espacios seguros. Los espacios seguros son entornos positivos que nos permiten sentirnos protegidas de los peligros, además, nos permite desarrollarnos, crecer y pedir apoyo. 

Los espacios seguros se caracterizan por la diversidad, ser inclusivos y no violentos. El cuidado y la ternura hacia nosotras mismas se vuelven parte esencial y nos permiten recuperar fuerzas para enfrentar las interacciones en estos espacios donde la alerta es necesaria.

 ¿Cómo podemos construir espacios seguros online? 

  • Crear espacios seguros empieza por el autocuidado digital, por ejemplo, tomar tiempo para escucharte a ti y tu cuerpa.
  • Reflexionar sobre el contenido que estás consumiendo o los espacios donde te encuentras con otres, participando e intercambiando información.
  • Sentir ansiedad ante una notificación, mensaje o fotografía es una señal oportuna para limpiar nuestro espacio de lo que nos haga tener sentimientos o sensaciones negativas. 
  • Ampliar nuestros círculos de contactos, diversificar las voces que escuchamos y rodearnos de personas y grupas que que nos hacen bien
  • Muchas personas enfrentamos violencias, buscamos y necesitamos espacios seguros. Aunque el tamaño de Internet pueda hacernos sentir solas, aisladas, como las únicas personas que viven violencias, no lo somos. ¡No estamos solas!
  • Respetar mis propios límites me hace sentir valiosa y escuchada.
  • Respetar mis vivencias, experiencias y narrativas, sin minimizar ni exagerar las reacciones que puedo tener ante estas.
  • Evitar replicar las dinámicas de violencia offline, estableciendo acuerdos claros sobre el lenguaje que uso en mis redes. Estos acuerdos deben de ser claros en cuanto a lo que entiendo por consentimiento, confidencialidad e intimidad. 
Construyo espacios seguros online para calmar la sensación de alerta que desgasta a nuestra cuerpa digital.

¿Por qué es importante participar en espacios seguros?

Identificar y participar en la construcción de espacios seguros en internet es una forma de reivindicar el espacio virtual desde la ternura, el cuidado y el autocuidado. 

Nos recuerda que tenemos autonomía y poder, devolviéndonos el sentido de pertenencia y dignidad al tomar un papel activo protegiendo nuestra cuerpa digital; nos hace sentir acompañadas y nos recuerda que podemos sentirnos acuerpadas en línea.

Hacer de internet un entorno seguro para todes, empieza recuperando un espacio a la vez.

Generar un espacio laboral seguro

Texto e investigación: LMR

Un espacio laboral seguro es un lugar o entorno en el que nos sentimos comodes al colaborar con nuestras equipas de trabajo; y en el que no nos sentimos castigades o juzgades al compartir nuestros pensamientos o cuando admitimos los errores que hemos cometido. En un espacio seguro fomentamos el sentimiento y la práctica de la pertenencia. 

Pertenecer es el deseo humano innato de ser parte de algo más grande que nosotras...nuestro sentido de pertenencia nunca puede ser mayor a nuestro nivel de autpaceptación. Cita de Brené Brown

Un espacio seguro es aquel en el que podemos ser nosotres auténticamente, autoaceptándonos y apoyándonos para crecer y elevarnos juntes.


¿Cuáles son los beneficios de contar con un espacio seguro en tu trabajo?

  • Reduce el estrés y el agotamiento: cuando las equipas de trabajo se sienten seguras en el trabajo, es más probable que expresen sus inquietudes desde el principio y pidan apoyo, lo que evita que los problemas menores se conviertan en mayores.
  • Fomenta la innovación: lo cual está conectado tanto a la creatividad como a la posibilidad de tomar riesgos y sentirse segure en tu lugar de trabajo.
  • La retroalimentación se hace fácil: en entornos de poca confianza la retroalimentación honesta puede ser difícil.  En los espacios seguros de trabajo, la retroalimentación sucede fácilmente de manera continua, lo que genera mejores resultados en las equipas.

¿Cómo generar un espacio seguro en tu espacio de trabajo?

  • Muestra compromiso con tu equipa de trabajo: Presta atención cuando tu compañere hable, valora sus ideas y opiniones. Practica la escucha activa. Puedes hacer preguntas para asegurarte de que entiendes las ideas u opiniones de la otra persona. Al participar activamente, se crea un entorno en el que la gente siente que está bien hablar. 
  • Evita culpar por los errores: Cuando algo va mal, se tiende buscar a alguien a quién culpar. Pero, para construir y mantener un espacio seguro en el lugar de trabajo, debemos centrarnos en las soluciones. 
  • En lugar de “¿qué ha pasado y por qué?”, pregunta “¿cómo podemos asegurarnos de que esto vaya mejor la próxima vez? Estas preguntas convierten la responsabilidad en un esfuerzo de grupo, en lugar de señalar a una persona por un error.
  • Promueve el diálogo: Las equipas de trabajo están llenas de personas con diferentes orígenes y perspectivas, fomentar el diálogo sobre esas diferencias ayuda a generar un espacio seguro. 
  • Establece una conexión emocional: La conexión emocional es una fuerza motivacional muy poderosa de nuestro cerebro, ayuda a nuestro equipo a sentirse incluidas, apreciadas y seguras. 
Un espacio laboral seguro es aquel en el que podemos ser nosotras auténticamente, auto aceptándonos y apoyándonos para crecer y elevarnos juntes.

Referencias:
Mental health in the workplace. Psychological safety work

Mecanismos de reporte en redes sociales

Post por AK. Gracias por los contenidos, el apoyo y tu solidaridad.

Recuerda siempre iniciar tu proceso de reporte de incidentes y violencias de género en línea en tus redes sociales con empatía, sororidad y mucha paciencia. Lo que muy fácilmente hacen los perpetradores con un clic -subir una foto sin consentimiento, publicar un comentario machista y violento, crear perfiles falsos o difundir rumores y chismes- toma jornadas enteras abordar, mitigar e inclusive resolver.

No olvides nunca que tú eres quién decide sobre tu cuerpa digital y tu cuerpa física.

Para realizar reportes en redes sociales familiarizate con las configuraciones de seguridad y privacidad de tus redes sociales, identifica los mecanismos de reporte y requisitos y crea tu propio registro de incidentes.

Acá algunos enlaces para reportar contenidos, comportamientos y acciones violentas en redes sociales; recuerda que puedes cambiar los ajustes de idioma para leer los consejos en español.

Twitter

Facebook

Instagram

WhatsApp

Cómo desindexar información de Google

Reportar contenidos en YouTube

Si el incidente se hizo público a través de redes sociales puedes crear una copia permanente a través de archive.today

Resumen Ejecutivo Informe Anual

Existir 2020 – Resistir 2021: 18 meses de Vita Activa -in English below-


A partir de la pandemia que transformó el mundo, las formas de verlo y de sentirlo, en la línea de ayuda de Vita Activa hemos reforzado acciones en primeros auxilios psicológicos y en salud mental en paralelo al trabajo que realizamos acompañando a personas que enfrentan violencias de género en línea. A dos años y medio de acompañar las cuerpas virtuales y físicas de personas que luchan por la libertad de expresión y contra el patriarcado, presentamos este informe que recopila las experiencias de todes nosotres, acompañantes y usuarias de la línea de ayuda.


En estos 18 meses de Vita Activa, hemos atendido a 150 personas en conversaciones individuales. Nuestras usuarias son provenientes de México, Colombia, Chile, Ecuador, Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos, Argentina, Guatemala, Nicaragua, España, Brasil, Costa Rica, Panamá y Uruguay.


Para nosotras, la incertidumbre económica, política y social que se genera cuando no se sabe para dónde va el mundo, definió mucho de lo que hicimos en este tiempo. Durante todo el 2020, un año marcado por ese sentimiento de desazón, logramos crecer y eso nos sorprendió mucho. En 2021, recibimos a nuevas acompañantes a nuestra Equipa para aumentar el alcance de Vita en más personas y territorios.


Además, lanzamos los grupos de apoyo comunitario Tejiendo Fuerza en los que conversamos cotidianamente con más de 100 personas de Argentina, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Colombia y Bolivia. Los círculos Tejiendo Fuerza apoyan en espacios confidenciales, anónimos y comunitarios a activistas feministas universitarias, ciberfeministas, periodistas y comunicadoras y defensoras de la libertad de expresión con quienes conversamos, compartimos e interactuamos. En estas conversaciones, aprendimos que hay más cosas de lo que pensábamos que están fuera de nuestro control y que debíamos volcar nuestra energía en lo que sí podemos controlar.


El cambio de prioridades también abrió espacios para hacer el trabajo psicológico de cuestionar y reconstruir ideas necesarias para llevar una buena vida. En paralelo, la pandemia destapó una realidad que vivimos las mujeres a diario, la exclusión histórica que generan las labores del cuidado impuestas. También mostró que los hogares de las mujeres en muchos casos no son seguros, cosa que se profundizó y agudizó en línea. Nuestro trabajo acompañando a personas que enfrentan violencias en sus redes sociales y en los espacios digitales reforzó la necesidad de entender que la violencia patriarcal, machista y misógina se sirvió de las redes para amedrentar y maltratar en mayor medida durante los meses más agudos de la pandemia.


El teletrabajo fue un reto desafiante; los días de trabajo interminables, las exigencias laborales y personales de las que pendió toda nuestra valía nos agotaron a todas. Mientras que el tiempo se detenía, las obligaciones laborales y profesionales no pararon, el sistema no se detuvo, las deudas y exigencias solamente crecieron. El estrés y las presiones aumentaron.


La pandemia vino a mostrarnos lo aferradas que están las estructuras explotadoras, patriarcales y misóginas en nuestras vidas. Hace falta mucho esfuerzo para realmente cambiar las cosas y en Vita lo estamos haciendo, de la mano de nuestra comunidad. 


Algunos datos sobre nuestro informe:

  • 80% de nuestras usuarias son mujeres cis-género.
  • 70% de nuestras usuarias tienen entre 18 y 35 años de edad.
  • 30% de nuestras usuarias son periodistas.
  • Las personas que nos contactaron venían de México, Colombia, Chile, Ecuador, Costa Rica, El Salvador , USA, Argentina, Guatemala, Nicaragua, España, Brasil, Costa Rica, Panamá y Uruguay.
  • En temas de Salud Mental, la Ansiedad y Cansancio, Acoso Laboral, Angustia y COVID, Depresión, Pensamientos suicidas, Alcohol, Drogas y Estrés fueron algunos de los temas recurrentes.
  • El Acoso Cibernético, Phishing, Amenazas, Extorsión, Hackeo de cuentas, Sextorsión y Chantaje y la Violencia Sexual Basada en Imágenes y su difusión sin consentimiento fuerona algunos de los casos que acompañamos.

Con confianza en nosotras mismas, mucho orgullo en nuestras habilidades de crecer y salir adelante. Con sentimientos compartidos de autoconfianza, prometemos sinceramente celebrar el AÑO 3 de Vita, ¡por todo lo alto!
De parte de todas nosotras, seguimos siempre a la orden, sororas y no violentas.


La equipa de Vita Activa

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Exist 2020 – Resist 2021: 18 months of Vita Activa

The pandemic transformed the world and the ways in which we see and feel it. As a result of these adverse circumstances, Vita Activa reinforced its services in psychological first aid and mental health in parallel to the work on accompanying people who face gender based violence online. We have stood side by side with the virtual and physical bodies of people who fight for freedom of expression and against patriarchy. Here is our 18 months report; a document that compiles our experiences as responders and companions as well as those of our helpline users.

In these 18 months of Vita Activa, we have served 150 people in individual conversations. Our users are from Mexico, Colombia, Chile, Ecuador, Costa Rica, El Salvador, United States, Argentina, Guatemala, Nicaragua, Spain, Brazil, Costa Rica, Panama and Uruguay.

For us, the economic, political and social uncertainty generated by the world’s uncertainty qualified our actions. Throughout 2020, a year marked by unease, we managed to grow and that surprised us a lot. We welcomed new companions to our Equipa (Team in Spanish) to increase the reach of Vita in people and life experiences.

In addition, we launched the Tejiendo Fuerza community support groups. There we talk daily with more than 100 people from Argentina, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Colombia and Bolivia. The Tejiendo Fuerza circles support in confidential, anonymous and community spaces student feminist activists, cyberfeminists, journalists and communicators and freedom of expression defenders with whom we talk, share and interact. In these conversations, we learned that there were more things than we thought beyond our control and that we should pour our energy and effort into understanding those we could.The change in priorities also opened spaces to work on questioning and reframing those ideas we needed to lead better lives.

In parallel, the pandemic uncovered a reality that women experience daily, the historical exclusion generated by socially imposed care tasks. It also showed that women’s homes are in many cases unsafe, which was deepened and intensified by online threats. Our work accompanying people who face violence in their social networks and in digital spaces reinforced the need to acknowledge that patriarchal, sexist and misogynistic violence used social networks to intimidate and mistreat to a greater extent during the most acute months of the pandemic .

Telecommuting was challenging; endless working days, constant work and personal demands damaged our senses of self worth and the economy also collapsed leaving a lot of primary home earners left to scramble. While time stood still, work and professional obligations did not stop, the system did not stop, debts and demands only grew. The stress and pressures increased.

The pandemic came to show us how embedded exploitative, patriarchal and misogynistic structures are. It takes a lot of effort to really change things and at Vita Activa we are doing it, hand in hand with our community.

Some facts about our work:

  • 80% of our users are cis-gender women.
  • 70% of our users are between 18 and 35 years old.
  • 30% of our users are journalists.
  • The people who contacted us came from Mexico, Colombia, Chile, Ecuador, Costa Rica, El Salvador, USA, Argentina, Guatemala, Nicaragua, Spain, Brazil, Costa Rica, Panama and Uruguay.
  • Mental Health, Anxiety and Tiredness, Workplace Harassment, Anguish and COVID, Depression, Suicidal thoughts, Alcohol, Drugs and Stress were some of the recurring themes.
  • Cyberbullying, Phishing, Threats, Extortion, Account Hacking, Sextortion and Blackmail and Image-Based Sexual Violence and its dissemination without consent were some of the scenarios we supported folks with.
  • And more than 20,000 people visited our blog!

With confidence in ourselves, a lot of pride in our abilities to grow and get ahead. With shared feelings of self-confidence, we sincerely promise to celebrate YEAR 3 of Vita Activa- in style!Thanks for so much,

La equipa de Vita Activa

Ciberfeminismo y Tecnofeminismo*

¿Qué es el ciberfeminismo?  Es un término acuñado en 1994 por la filósofa Sadie Plant, para describir el trabajo de feministas interesadas en teorizar, criticar y explotar internet, el ciberespacio y las tecnologías de medios en general.

Qué es el ciberfeminismo

Las tecnologías de comunicación e información (o sea internet) no son neutrales, en términos de género, son profundamente masculinas en su configuración y representación. Sin embargo, las tecnologías de comunicación podrían ser una herramienta vital para el desmantelamiento del patriarcado, la pregunta es ¿cómo? 

El ciberfeminismo es una teoría feminista que surgió en la década de los noventa cuando internet comenzaba a redefinir el mundo. Para las ciberfeministas, internet era una plataforma inédita de pensamiento libre con potencial de cambiar la manera en que las mujeres eran percibidas. Sadie Plant y una colectiva de artistas en Australia llamada VNS son las matriarcas de esta teoría que surgió de un breve movimiento artístico y utópico.

Plant, argumenta que las mujeres son naturalmente aptas para usar internet, porque las mujeres e internet son de naturaleza similar, ambas según Plant, “son sistemas no lineales y autorreplicantes que se ocupan de hacer conexiones”. 

Plant planteó que es importante ver las computadoras e internet como lugares para que las mujeres se involucren en nuevas formas de trabajo y juego. Un lugar donde las mujeres se sientan liberadas de las limitaciones tradicionales y sean capaces de experimentar con la identidad y obtener nuevas vías para reclamar poder y autoridad. Su visión del ciberespacio es como un espacio familiar y acogedor para las mujeres, donde pueden y deben aprovechar las oportunidades para avanzar y desafiar la autoridad masculina. 

 El ciberfeminismo sostiene que la tecnología no es neutral en términos de género, sino que es profundamente masculina en su configuración y representación. Esta premisa se encuentra acompañada de una mirada optimista sobre la oportunidad de agenciamiento de las mujeres en las tecnologías de la información y comunicación a través de la participación crítica.  

Las aportaciones ciberfeministas fueron cruciales para restaurar el protagonismo de las mujeres en el desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación. Más de un siglo después que Ada Lovelace escribió en papel los primeros programas para ordenadores (1815), estas mujeres buscaban reclamar su lugar en la tecnología que numerosas otras habían ayudado a crear a través del tiempo pero nunca fueron reconocidas. 

El reconocimiento de la labor de mujeres no fue el único resultado del movimiento. Pues este invitaba a mujeres a que participaran críticamente en el ciberespacio, también a teorizar, criticar y aprovechar la tecnología emergente. 
La relación entre genero y tecnología se comienza a replantear más puntualmente en una teoría posterior conocida como tecnofeminismo. La sociologa Judy Wajcman acuño el termino en un libro donde analiza las distintas maneras en que las tecnologías tienen género, tanto en su diseño como en su utilización.

Qué es el tecnofeminosmo

¿Qué es el tecnofeminismo? El término creado por Judy Wajcman (2004) implica la combinación del feminismo con los estudios sociales de la tecnología. Para las tecnofeministas, la tecnología se constituye como un producto tecnológico, como causa y consecuencia a la vez de las relaciones de género. Judy Wajcman plantea que los avances tecnocientíficos están transformando radicalmente la relación mujer-máquina, analiza las distintas maneras en que las tecnologías tienen género, tanto en su diseño como en su utilización. 

El tecnofeminismo se aproxima a las TIC con más conciencia sobre los viejos y nuevos problemas de discriminación de las mujeres en las tecnologías.  Según Wajcman la desvinculación de las mujeres de la tecnología también supone una desvinculación de los ámbitos de poder.  La investigación tecnofeminista se ha dedicado a analizar el desarrollo de tecnologías concretas en cada una de sus fases y teniendo en cuenta los elementos técnicos y de género que las conforman y que se construyen mutuamente. Así, para el tecnofeminismo, la política feminista y la participación de las mujeres en el diseño de las TIC es esencial.  

*NB: Los ciberfeminismos y tecnofeminismos por sus reclamos y reivindicaciones interseccionales por deconstruir los binarios y las relaciones de poder tecnopatriarcales incluyen a las mujeres y a toda la comunidad LGBTTIQ+. El ciberfeminismo es transciberfeminismo; el tecnofeminismo es tecnotransfeminismo.

Referencias: 

Vergés Bosch, Núria, Teorías Feministas de la Tecnología: Evolución y principales debates

Wajcman, Judith, El tecnofeminismo

CDHCM, Violencia Digital contra las mujeres (2021)

El dilema de sobreacompañar

Texto: NM; Ilustraciones: PP  

Cuando nos encontramos con una persona en situación de crisis, pueden activarse ciertos mecanismos que, en vez de acompañar, perjudican. Muchas veces creemos que estamos ayudando pero, en realidad, lo que sucede es que sobreacompañamos. Aunque tengamos las mejores intenciones, el sobreacompañamiento provoca efectos negativos en la  de las acompañantes salud mental y en la de quienes se acercan a nosotras para recibir apoyo.

El sobre acompañamiento puede explicarse como una forma de vincularnos con otra persona y en vez de acompañarle buscamos rescatarle o resolver sus problemas.

Para empezar, ¿qué es el sobre acompañamiento? Podría explicarse como una forma de vincularnos con otra persona que, en vez de acompañarles, buscamos rescatarles o resolver sus problemas. Es la acción de imponer las respuestas, sin permitirles explorar las suyas y subestimando su proceso de autorregulación, es decir, la sabiduría que llevan basada en su experiencia y contexto.


En el sentido más adultocrático, sobre acompañar es infantilizar a la persona en crisis, como a un ser inferior que no puede por sí misme. Sin embargo, cuando una persona pide ayuda, hay un indicio de que quiere tomar el camino a sentirse mejor y está en búsqueda de la puerta de la vida. De alguna manera, cuando reconoce que necesita ayuda, esa persona ya tomó sus muletas para caminar y pide que le acompañemos en ese andar. Sin embargo, si hacemos demasiado fuerza por ella, podría desvanecerse y dejar de sostenerse a sí misma.


¿Cómo nos afecta? En realidad, el impulso de solucionar sus problemas puede convertirse, sin quererlo, en el acto de quitarle sus muletas e imponer soluciones que, aunque en nuestra experiencia son válidas, pueden no serlo para les otres. Esta acción no sólo perjudica a la persona que necesita acompañamiento, sino que también pone en riesgo nuestra propia tranquilidad mental y emocional y trae excesiva preocupación.


Entre más grave sea el caso, más fácil es que surja el sobre acompañamiento. Pero en el intento de rescatar, al sobre-acompañar, estamos subestimando a la persona, colocándola en una posición inferior a la persona acompañante y dejando de lado su auto responsabilidad. Desde la perspectiva feminista, en el acompañamiento no hay jerarquía, sino que las personas son iguales en una relación horizontal.


Esa relación horizontal es la que nutre la confianza necesaria para el acompañamiento feminista. Esta confianza “va creciendo como una enredadera con sus formas serpenteantes y sorpresivas, pero firmes. Así también, es una confianza que abraza la autonomía de las mujeres” (La Revuelta, 2018).

Reproducir la horizontalidad en los vínculos es lo que nos permitirá sanar las heridas de forma colectiva, sin reproducir jerarquías. ¿Cómo evitarlo? Por eso, a la hora de acompañar, es útil preguntar “¿Cómo puedo ayudarte?”, en vez de suponer lo que la otra persona necesita. Así es cómo podemos caminar junto a ella por su propio sendero de la vida y no imponerle otro que sienta ajeno y pueda abandonar rápidamente. Ten en cuenta siempre que acompañar no es resolver.

Si sientes el impulso de hacerlo, busca aire hasta volver a la relación horizontal. Confía en la persona y transmítelo, eso aumentará su propia confianza. Esto puede parecer extraño porque, a su manera, en el acompañamiento se ponen a prueba prácticas y ejercicios de solidaridad de un “ser humanas de otra manera que como lo hemos sido hasta ahora” (Laboratorio Nacional Diversidades, 2018).


Ser humanas de otra manera que como lo hemos sido hasta ahora,. Cita del Laboratorio Nacional de Diversidades.

Escucha con todos los sentidos y, si crees que el caso se ha tornado demasiado grave, haz la pregunta mágica: “¿Crees que eres un peligro para ti misme o para otras personas?”. Confía en la respuesta y, de ser necesario, acompaña a esa persona a buscar ayuda profesional.

No olvides que:

  1. Cuando una persona pide ayuda, ya tiene sus muletas.
  1. Si queremos acompañar, no supongamos. En su lugar, preguntemos.
  1. El acompañamiento acompaña, no soluciona.
  1. Evitemos subestimar a la persona que acompañamos.

Encontrarnos en acompañamiento no sólo es un quehacer feminista, sino que es sostén colectivo, que nos comparte saberes de otras personas y nos hace concientes de la fuerza de la diversidad. Sólo el acompañamiento generoso, solidario y, sobre todo, horizontal, puede profundizar esta fuerza y hacerla flexible y accesible a todo quien la necesite.