Eso que llaman amor es trabajo no pago

Post G.S.

Seguramente escuchaste alguna vez que lo que hace girar al mundo es el amor. Otres dicen que es el dinero. Por aquí venimos a proponer otra respuesta posible que combina ambos: lo que hace girar al mundo son los trabajos de cuidado.

“Eso que llaman amor es trabajo no pago”, dice una muy difundida consigna feminista. Porque durante la historia romantizamos “el instinto de cuidar” como si viniera implantado en un chip en el cerebro de las mujeres cuando nacemos y, por tanto, viene en forma de una imposición y expectativa. Debemos querer y estar dispuestas a cuidar de otres sin importar las circunstancias.

En esta semana por el Día Mundial de Movilización por los Cuidados, que se conmemora cada 29 de octubre, intentaremos entender de qué va todo esto.

La importancia de los cuidados en la economía mundial

El Día Mundial de Movilización por los Cuidados concientiza sobre la importancia de la economía de los cuidados. Esta comprende;

  • Todo el trabajo de cuidado que se realiza de forma no remunerada en los hogares (limpiar, cocinar, organizar horarios, cuidar de otras personas).
  • El trabajo de cuidados que se realiza de forma remunerada en el mundo laboral, aunque muchas veces sea precarizado (en casas particulares, educación, salud, trabajo social y comunitario). 


Son tareas cruciales e imprescindibles para sostener la vida y el funcionamiento del mundo. Todas las actividades pueden pausar, salvo las tareas de cuidado que sostienen a la sociedad misma.

Todas las personas tenemos el derecho a recibir asistencia y cuidados, pero también a ser remuneradas cuando realizamos esta tarea. El problema es que históricamente las tareas de cuidado fueron asociadas a lo femenino, e invisibilizadas como trabajo. Por lo tanto fueron impuestas obligadamente a las mujeres como parte de su “naturaleza” y deslegitimadas dentro del mercado laboral.

Esto significa que existe una inequitativa redistribución de los cuidados. Las mujeres son las que realizan la mayor parte de los trabajos de cuidados, tanto remunerados como no remunerados, además de desempeñar otras actividades productivas, lo que genera un círculo sin fin de trabajo donde son las cuidadoras quienes suelen carecer de los cuidados que ellas proporcionan a otres. La descalificación de ese trabajo como tal y la responsabilización de las mujeres de su realización, refuerzan la estructura de desigualdad social y de género. Hace que nosotras participemos menos del trabajo remunerado y que además lo hagamos en condiciones más precarias, así como limitar las condiciones y posibilidades para que también participemos de los espacios y debates públicos.

Los trabajos de cuidado hacen girar el mundo. Y son, principalmente, llevados a cabo por mujeres.

Los datos 

La tasa de feminidad de los trabajos de cuidado remunerados va entre el 70 y el 99%, según investigaciones del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), y esto tiene un fuerte impacto en el empleo femenino. Según la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo en Argentina, el tiempo que las mujeres dedican al trabajo en todas sus formas es de casi 9 horas por día, en tanto que los varones dedican una hora menos.

Ese mayor tiempo de las mujeres está concentrado en el trabajo no remunerado. Estas destinan casi 6 horas diarias al trabajo no remunerado, mientras que los varones dedican menos de la mitad del tiempo. En el caso del trabajo remunerado, la relación se invierte: los hombres dedican 5 horas diarias y las mujeres menos de 3.

Las mujeres dedican casi 6 horas diarias al trabajo no remunerado, mientras que los varones dedican menos de la mitad del tiempo. Fuente: Encuesta Nacional de Uso del Tiempo - Argentina.

El caso más paradigmático es el de trabajadoras de casas particulares que tienen los salarios más bajos del mercado y altos grados de precariedad e informalidad. Más del 98% de quienes trabajan en este sector son mujeres. Además, más del 77% de las trabajadoras lo hacen en condiciones de informalidad y con muy bajos salarios.

La informalidad deja a las trabajadoras sin acceso a derechos laborales básicos como permisos, vacaciones, aguinaldo y el acceso al sistema de protección social. Quedan expuestas así a sufrir discriminación, acoso y violencia.

¿Por qué repensar la economía de los cuidados?

Invertir en la economía de cuidados puede tener múltiples beneficios sociales: 

  • Permite mejorar las condiciones de trabajo de grandes porciones de la población y los servicios ofrecidos por estas trabajadoras. 
  • Ayuda a reducir la pobreza y fortalecer la autonomía económica de las mujeres, por lo tanto, aminora algunas brechas de género.
  • Reduce las cargas de cuidado que pesan sobre las familias
  • Contribuye a la sostenibilidad de los esfuerzos y la vida misma en comunidad. 

Invertir en la economía de cuidados es invertir en una recuperación económica verdaderamente inclusiva. Es fundamental reconocer los cuidados como trabajos y su aporte al bienestar de las familias, las comunidades y el desarrollo sustentable. 

¿Qué podemos hacer?

  • Redistribuir más equitativamente las tareas del hogar. Podemos armar grillas con tareas precisas para cada miembro de la familia o comunidad, o con horarios rotativos.
  • Delegar y pedir ayuda. Si te ves sobrepasada por las tareas de cuidado, recuerda que tú también tienes derecho a que te cuiden.
  • Apoyar a las trabajadoras del cuidado en sus luchas por mejoras laborales. El Día Mundial de Movilización por los Cuidados es una fecha especial para esto. 
  • Trasladar los cuidados del ámbito privado al espacio público. El Estado debe garantizar servicios públicos universales de calidad, como el derecho a los cuidados y con pleno acceso a toda la población. 

Referencias
– Investigaciones del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA).
Ecofemidata.

Ética del cuidado

“La vida en común es lo que hace posible una vida humana que no se basta nunca a sí misma. Es imposible ser sólo un individuo. Lo dice el cuerpo, el frío, el hambre, la marca del ombligo, nuestra voz con sus acentos”.

Marina Garcés  

Post L.M

La politóloga estadounidense Joan Tronto define al cuidado como “Todo aquello que hacemos para mantener, dar continuidad y reparar nuestro mundo de manera que podamos vivir tan bien como sea posible. Este mundo incluye nuestros cuerpos, nuestros yo-es y nuestro entorno, todo lo cual tratamos de entrelazar en una red compleja que sostiene la vida”.

¿Qué es la ética del cuidado?
El acto político de trasladar los cuidados del ámbito privado al espacio público.

De la ética del cuidado se desprenden relaciones de apoyo y amistad. Las relaciones de amistad a lo largo de la vida proveen un complemento, así como también una alternativa a las restricciones que establece el matrimonio, relaciones de pareja y otros lazos familiares.

Cuidados en red. Ejercemos cuidados para mantener y reparar nuestro mundo, en una red que sostiene la vida.

Las redes feministas desafían los límites de la familia nuclear heterosexual como espacio principal donde se establecen y se estudian las relaciones de cuidados. A su vez, en este tipo de redes se comparten distintas dimensiones de la vida cómo el cuidado emocional, económico, se comparten luchas políticas, alegrías, tristezas, entre otros.

Sin embargo, no hay que confundir el sacrificio con el cuidado. El sacrificio propicia el bienestar de muchos a cargo de una sola persona, y no un cuidado colectivo entre todas las personas participantes de una relación, sea esta familiar, política, laboral, de amistad o sexual. 

En el caso de la lógica del sacrificio en lo doméstico se puede observar que los hombres son los sujetos construídos desde el patriarcado para recibir cuidado, pero no para generarlo; esto es concebido como un privilegio, pues al ser los hombres los sujetos sociales del poder, se desvaloriza el cuidado, hay una negación del valor del cuidado ya que los hombres no lo ejercen y termina por ser invisibilizado y precarizado. Esto decanta en mayor sacrificio de las mujeres.

En el ámbito del activismo y las luchas colectivas, la lógica del sacrificio lleva al deterioro emocional y físico, lo que puede generar, además del evidente impacto directo en el plano personal, afectaciones en las relaciones dentro de los colectivos. 

Ética del cuidado no es sacrificio. El sacrificio propicia el bienestar de muchos a cargo de una sola persona, y no un cuidado colectivo.

Al asociar el cuidado con sacrificio (y no sacarlo del significado patriarcal impuesto) se desvalorizan las capacidades individuales y comunitarias de autogestión y sostenimiento autónomo generando más dependencia en las organizaciones, lo que alimenta los liderazgos verticales. Además, se limitan las posibilidades de redes afectivas expresadas en la ética del cuidado.


¿Cómo podemos poner en práctica la ética del cuidado en nuestro día a día?

  1. Apoya la autonomía de tus compañeras y compañeres cuando toman decisiones que tienen efecto en sus vidas. 
  2. Escucha a las demás personas. Es importante pensar en la labor importante que tiene la palabra y la escucha activa.
  3. Entrena la capacidad de entender tus propias emociones. Así te será cada vez más fácil entender las de los demás. 
  4. Enfócate en comprender al otro/a en vez de juzgarlo/a.
  5. Confía en tu comunidad y en dividirse las tareas de cuidado. El peso del estrés aumenta para las personas que cuidan de otros.
  6. Cuida a quienes te rodean. Sustituye el sentimiento de amenaza por el sentimiento de lo que tú puedes hacer por ti y por los demás. Te sentirás más útil y será reconfortante.
  7. Reconoce tus límites y los de les demás.
  8. Practica el autocuidado: 
    – Ser nuestra prioridad significa proteger nuestra mente y nuestros cuerpos aunque todo el mundo espere lo contrario.
    – Podemos decir no, aunque estemos frente a una gran oportunidad si no nos sentimos en condiciones para hacerlo.

Referencias

La ética del cuidado en los acompañamientos feministas de mujeres que deciden abortar. Reflexiones a partir del diálogo con una colectiva feminista en Mendoza, Argentina
La ética del cuidado como forma de organización política feminista en Costa Rica.

Septiembre, mes de la Matria

Post L.M.

Septiembre es el mes de la patria en varios países de la región: Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, El Salvador, Brasil y Chile. Desde Vita Activa tomamos la oportunidad para reconocer el concepto de “matria” y reivindicar los derechos sobre nuestros cuerpos-territorios. 

¿Qué es la matria?

El concepto de “matria” para Romina Zapata implica reconocer al propio cuerpo como primer territorio político y asumir que el conocimiento es siempre situado. Este concepto pone en valor a todas nuestras antepasadas, silenciadas en los relatos históricos dominantes en un intento por ocultar su participación social, política, comunitaria, económica y dejarnos con escasas referencias para estudiar el pasado y construir nuestra identidad.

¿Qué es la MATRIA? El concepto de matria implica reconocer el propio cuerpo como territorio.

Para Romina Zapata la matria tiene el propósito de expresar que también nosotras tenemos una tradición histórica que se evidencia en el poder social que las mujeres de las culturas antiguas y originarias tienen para el desarrollo de sus comunidades.

Ni nuestro cuerpo ni nuestro territorio son objeto de conquista, ésta no terminó con la colonización de América Latina, sino que se manifesta de forma cotidiana cuando las empresas multinacionales destruyen territorios y despojan a sus comunidades de los bienes para la subsistencia diaria, en los conflictos armados, en las luchas por el agua y otros recursos naturales, en la trata de personas con fines de explotación sexual donde se atraviesan fronteras, vendiendo y comprando mujeres y niñas.

Zapata menciona que el cuerpo-territorio es la herramienta con la cual resistimos la dominación patriarcal, nos organizamos y desarrollamos estrategias de supervivencia en contextos donde la violencia contra las mujeres sucede a diario. Matria también es un llamado a la acción, al encuentro con otras mujeres, a reconocernos en un espacio y tiempo determinados.

Matria es AUTOCUIDADO. Defendemos nuestra cuerpa, que resiste y desarrolla estrategias de supervivencia.

En nuestro cuerpo se plasman las luchas, las pasiones, las angustias y las resistencias.

“La invitación que deja la propuesta cuerpo-territorio es mirar a los cuerpos como territorios vivos e históricos que aluden a una interpretación cosmogónica y política, y donde habitan nuestras heridas, memorias, saberes, deseos, sueños individuales y comunes…“

Valter do Carmo Cruz

La matria es el cuerpo-territorio que habitamos, donde viven nuestras memorias, sueños, heridas, la que defendemos y transformamos. 

Matria es ¡llamado a la ACCIÓN! De cuidados comunitarios de nuestro territorio. No estás sola, juntas resistimos.

Referencias

La Matria, el cuerpo como territorio

Del cuerpo-territorio al territorio-cuerpo (De la tierra): contribuciones Decoloniales

Cuidar a las personas que cuidan

Post: L.M.  

Como mencionamos en una anterior publicación, durante el VitaFest organizamos una desconferencia en la que les participantes propusieron temas para debatir. El tema del cuidado fue puesto sobre la mesa. A continuación, compartimos algunas reflexiones sobre la conversación del 3 de junio del 2022.

Históricamente el cuidado se ha delegado a las mujeres, no obstante, nos preguntamos: ¿quiénes cuidan a las personas que cuidan? La pandemia comenzó a visibilizar mucho mejor el trabajo no equitativo para quienes somos cuidadoras. Desde que comenzó la crisis sanitaria, las labores de cuidado fueron aumentando. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres tienen a su cargo el 76,2% de todas las horas del trabajo de cuidado no remunerado (más del triple que los hombres).

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres tienen a su cargo el 76,2% de todas las horas del trabajo de cuidado no remunerado (más del triple que los hombres).

Muchas mujeres hacen malabares para poder realizar trabajo de cuidado no remunerado, además de ejercer una jornada completa de trabajo. Esta sobrecarga de tareas por realizar deja poco o casi nada de tiempo para el cuidado de la salud mental.

Durante la desconferencia, analizamos las lógicas capitalistas instauradas en la sociedad que impiden o no dan espacio ni importancia al cuidado de la salud mental. De esta conversación recogimos algunas prácticas necesarias para resistir a este problema y generar nuevas dinámicas en las que se pueda poner la salud mental al centro cuando ejercemos tareas de cuidado:

  • Espacios de cuidados de las infancias: es importante que los lugares de trabajo y centros de estudio cuenten con espacios de cuidado para las infancias para que las tareas de cuidado no se interpongan en el crecimiento laboral o académico. 
  • Re-distribución de las tareas: al hacerlo estaremos liberando tiempo para las mujeres; tiempo que puede ser utilizado para generar ingresos económicos, estudio, para el ocio o para lo que las mujeres quieran.
  • Sumar actividades recreativas: tomar aire fresco, salir a caminar para escucharnos a nosotras mismas es una muy buena actividad de autocuidado. 
  • Reflexionar sobre cómo nos cuidamos y como cuidamos al resto: identificar si estamos poniendo límites a las tareas de cuidado que realizamos.
  • Ser pacientes con nuestros procesos: las transformaciones y los procesos de sanación toman tiempo.
  • Intentar separar nuestra propia perspectiva cuando acompañamos a quienes cuidamos: no podemos hacernos cargo de todo. 
  • ¿Mi propio valor solo es ser cuidadora? Claro que no. Podemos buscarnos desde otros lugares. 
  • Establecer límites: no podemos ser heroínas siempre.
¿Cómo se puede poner la salud mental al centro para las personas que cuidan?

Una de las conclusiones de esta conversación fue que desde el activismo feminista podemos revertir el significado de cuidado y recrear un nuevo concepto que tome en cuenta nuestro propio cuidado físico y mental. Finalmente, los estados, la comunidad y las organizaciones sociales también tienen una responsabilidad en generar espacios de cuidado públicos. 

Al concluir la conversación, quedan algunas preguntas por reflexionar: 

¿Cuidamos nosotras de quien nos cuida?
¿Estamos siendo cuidadas por quienes cuidamos?
Al ser cuidadas, ¿cómo reconocemos y agradecemos las labores de cuidado?

Puedes revivir el Vita Fest aquí.

Cansada de no poder estar cansada

Post: G.S.

Durante el VitaFest, experimentamos el formato desconferencia, un espacio donde cualquier participante podía sugerir y votar el tema a debatir. Y entre los tópicos más votados surgió el cansancio como tabú. Allí y en ese momento, mujeres y diversidades descargamos nuestras reflexiones retenidas y silenciadas por tanto tiempo. 

Como activistas, periodistas y como mujeres enfrentamos una sobrecarga de labores y demandas sobre nuestro tiempo y disponibilidad.

¿Por qué me da culpa sentirme cansada? ¿Tengo que poder con todo yo sola? ¿Necesitar descansos me hace menos valiosa? ¿Qué estoy tratando de probar mostrándome invencible e incansable?

Como activistas, como periodistas, como mujeres activas en la sociedad civil y en la agenda de derechos, enfrentamos una sobrecarga de labores y también de demandas sobre nuestro tiempo y disponibilidad. Se nos exige estar en muchos frentes; en el cuidado de la casa, del trabajo, de las relaciones. Y siempre bellas, radiantes, sin chistar.

Nuestra cuerpa es integral y en ocasiones emite muchas alertas, llamados para que paremos. Son los dolores de espalda, el malestar en los pies, la sensibilidad en el estómago, los ojos que lagrimean, la irritabilidad en el humor. Somos nosotras gritando y no nos estamos escuchando. 

Nos auto-convencemos de que no es para tanto y nos sentimos culpables por darnos un momento libre. Nos castigamos por sentir el malestar y presionamos a seguir y seguir, en lugar de descansar. 

Merecemos aprender a poner un freno y dejar de violentar a nuestra cuerpa al ignorarla.

¿Te gustaría al menos intentarlo? Aquí te van algunos tips que logramos reunir entre todas durante la desconferencia en VitaFest:

  • Agenda tiempos “para tí” todos los días. Eso te ayudará a ponerte entre tus prioridades. Pueden ser tiempos para hacer algo concreto que te guste o simplemente “hacer nada” y desconectarte de las obligaciones. 
  • Dedícate momentos para compartir con otres que te hagan sentir querida.
  • ¡Sacude el sedentarismo! Puedes hacer yoga, aprovechar la rutina de cuidado de tus mascotas para salir a caminar, poner la lista de Spotify de Vita y bailar por la casa.
  • Conéctate con el aquí y el ahora. Centrar la atención en las sensaciones y manifestaciones de la cuerpa es un buen entrenamiento para el disfrute. Puedes buscar ejercicios de Mindfulness.
  • Busca apoyo. Si tienes los recursos, puedes iniciar una terapia. También puedes compartirle a alguien que necesitas ayuda, y aprender a delegar tareas. Esto también es una muestra de confianza hacia nuestro entorno.
  • Aplica la higiene del sueño y cuida los ciclos de descanso.
  • Recuerda que si puedes ser dulce y compasiva con otras personas, también puedes ofrecerte eso a ti misma y poner límites. Esto cuenta para familia, amistades y relaciones laborales. No estar las 24 horas del día disponible para el resto es perfectamente sano.
  • Conócete para saber qué tipo de cosas te funcionan a tí. No todas nos relajamos o nos sentimos igual con las mismas cosas. ¡Estas sólo son sugerencias!
Tips de autocuidado contra el cansancio: conócete para saber qué tipo de cosas te funcionan a tí. No todas nos relajamos o nos sentimos igual con las mismas cosas.

Si estás experimentando estrés, trauma, crisis, cansancio crónico y/o violencias de género, contáctanos. No estás sola.

Puedes revivir el Vita Fest aquí.

¿Cuándo y cómo pedir ayuda?

Pedir ayuda es un acto de valentía, gracias por llegar hasta aquí.

Durante los momentos de estrés o cambios en nuestra vida es común experimentar un gran número de emociones, muchas veces de forma simultánea, como el miedo, tristeza, ansiedad, enojo, entre otras. Todas las personas respondemos y reconocemos nuestras emociones de formas distintas y todas son reales y válidas.

¿Cuándo y cómo pedir ayuda? Pedir ayuda es un acto de valentía.

Las razones para pedir ayuda pueden ser diversas. A veces creemos que sólo se pide ayuda cuando experimentamos algún tipo de crisis. Sin embargo, un pequeño sentimiento o un pensamiento persistente en el fondo de nuestra mente nos puede hacer sentir preocupación e inquietud.

Las señales para buscar ayuda a veces son muy visibles y otras no. Solemos sentir que algo no encaja o nos sentimos incómodes y estas señales son suficientes para buscar apoyo. 

La creencia popular nos dice que sólo debemos buscar ayuda cuando todo está descontrolado o sentimos un colapso pero, desde Vita Activa, pensamos lo contrario: buscar ayuda cuando detectamos pequeñas señales de que algo no anda bien puede ser una buena medida preventiva para nuestra salud mental.

Puede evitar que nuestros sentimientos nos sobrepasen y tomen control sobre nosotres, llevándonos a tomar decisiones que, tal vez en otras circunstancias, no hubiéramos tomado ni volveríamos a tomar. 

Ilustración en donde aparece el texto: Pedir ayuda puede evitar que nuestros sentimientos nos sobrepasen y tomen control sobre nosotres.

Para reconocer las emociones que nos inquietan es importante escuchar a nuestra mente y cuerpo. Aunque a muchas personas les cuesta pedir ayuda porque esto exige que mostremos nuestro lado vulnerable, en realidad se necesita mucha fortaleza para hacerlo.

La sociedad capitalista nos hace creer que deberíamos ser capaces de hacer todo soles, que somos una molestia o hacemos perder el tiempo a otres cuando pedimos ayuda. Sin embargo, nadie se salva sole y contar con un grupo de apoyo siempre nos hará más fuertes, conscientes de que hay alguien más escuchándonos.

¿Cómo podemos sentirnos cómodes cuando pedimos ayuda?

  • Muchas veces no pedimos ayuda porque sentimos culpa. Intenta identificar de dónde vienen esos sentimientos.
  • Recuerda las situaciones donde pediste ayuda y te sentiste bien. 
  • Puede ser de mucha ayuda preparar lo que sentimos o lo que queremos decir. Podemos escribirlo en un papel, en un cuaderno o en algún otro lugar. 
  • También puedes intentar recordar cómo te sentiste la vez que alguien queride te pidió ayuda. ¿Acaso no es una muestra de cariño haber confiado en ti?
  • Si después de buscar ayuda detectas pensamientos negativos (por ejemplo, puedes creer que te están juzgando), respira y cambia la narrativa por afirmaciones como: ‘Me alegro de haber contado lo que me pasa, porque ahora no estoy sola con esto’. 

Vita Activa es un espacio seguro, nosotras no vamos a juzgar tu historia. Nuestro objetivo es acompañarte a encontrar tu resiliencia. Honramos a las compañeres que confían en sus sentimientos y comparten sus experiencias con nosotras porque, de hecho, pedir ayuda es un acto de valentía.

Post: L.M.R

VITA FEST

#VitaFest el Festival de cuidados comunitarios para la resiliencia digital se celebró este 4 y 5 de Junio del 2022 de manera gratuita, virtual y empática para reflexionar, compartir y cosechar las experiencias de mujeres y personas LGBTTIQ+, periodistas, activistas y/o defensoras de los derechos humanos en línea en América Latina.

¡Revive las sesiones plenarias y paneles, así como algunos talleres en nuestro canal de YouTube!

Somos sonoridad. Gracias por participar en el Vita Fest. Nos vemos en nuestras redes sociales arroba VitaActivaOrg

Si quieres hacer un donativo para el VitaFest te dejamos un par de opciones acá:

  • 5 USD si eres estudiante.
  • 15 USD si eres una persona profesional en América Latina.
  • 50 USD si estás donando a nombre de tu organización.
  • 150 USD, si estás donando a nombre de una fundación y organización internacional
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Muchas gracias por tu apoyo….Las Vitas

Hablemos de Salud Mental

Yo soy muy mía, yo me transformo, soy mariposa, yo me transformo”.

Saoko, Rosalía (2022)

Cuando hablamos de salud mental nos enfrentamos al estigma de sentirnos competentes o incompetentes, la discriminación de aquellos sistemas que dependen de estándares imposibles de perfección y “normalidad”, y el dolor que sentimos cuando nos enfrentamos a las diferentes dimensiones de nuestras cuerpas. En este post hablaremos de estos tres temas importantes y estableceremos la agenda del mes de Mayo, el mes de la Salud Mental; y en preparación de nuestro Vita Fest*

Siempre competente nunca incompetente

Ser competentes implica que algunas de nuestras características y habilidades personales, aquellas que permiten medir la eficiencia de nuestro desempeño en el trabajo son consideradas óptimas. OJO, las competencias no son habilidades, aunque son similares. Las habilidades se aprenden, mientras que las competencias son cualidades inherentes que posee una persona: habilidades de colaboración, conocimiento y habilidad. En entrevistas de trabajo y evaluaciones profesionales, las competencias se utilizan como puntos de referencia contra las cuales se evalúa a las personas. Sin embargo, nuestras habilidades, esas que nos pertenecen nos hacen únicas son objeto de juicio. 

Aquí una de las claves…ser percibida como competente depende del juicio de una persona y de reglas de eficiencia y funcionamiento predeterminadas. Cuando se habla de Salud Mental, la competencia la determinas tú…¿soy la persona indicada para este trabajo?, ¿poseo las habilidades que el trabajo requiere? Y lo más importante ¿en el ambiente de trabajo y con las exigencias que se plantean…veo espacios viables para colaborar, crecer y desarrollarme profesionalmente? Si la respuesta no es afirmativa entonces las competencias de tus empleadores son las que deben ser cuestionadas. ¡Tu salud mental lo vale!

Espacios discriminatorios para las personas neurodivergentes**

El concepto de neurodiversidad reconoce que las funciones cerebrales y las características del comportamiento son sólo indicadores de la diversidad de la especie humana y no diagnósticos que discriminan o estigmatizan. En lugar de pensar que algo va mal si una persona no funciona igual que otra, la neurodiversidad acepta todas las diferencias y considera que todas y todos tenemos derecho a crecer y desarrollarnos en armonía con nuestras capacidades y necesidades. La neurodiversidad también trata estas diferencias de forma más neutral, en lugar de considerarlas intrínsecamente «malas» o problemáticas, y hace hincapié en que la neurodiversidad es beneficiosa. 

Discriminarnos por ser diferentes es una violación a los derechos humanos; de la misma manera que alejarnos del desarrollo profesional cuando expresamos nuestras necesidades mentales y emocionales es simplemente un error. El bienestar de las personas en lo profesional inicia con un paquete de estímulos y prestaciones que protegen, abordan y empoderan la salud mental.

Autocuidado y cuidados comunitarios libres de dolor

Cuidar de nosotras mismas y de las demás personas se ha convertido en el verdadero desafío del mundo post-pandémico. Mucha de la energía que dedicamos a mantener nuestros límites personales y profesionales en espacios laborales, familiares e íntimos se fué a SOBREVIVIR.

Poco quedó en nuestro banco de tiempo para responder de manera empática a la pregunta…¿cómo estoy hoy? 

Nuestras historias y experiencias personales están circunscritas en nuestras cuerpas, mentes y espíritus, no podemos dejar que pase un día más sin reclamar el cuidado, las atenciones y las condiciones que necesitamos para florecer y crecer, no solamente para existir.

En el dolor no hay innovación, creatividad y fuerza; desde el valor que derivamos de las grupas de mujeres y personas afines y aliadas, colectivas, hermanas y amigues es que renovamos nuestra salud mental.

Aboguemos por mejores condiciones para estar mejor y ser mejores en lo que elegimos hacer. 

Como dice la Rosalía, “fuck el estilo”. Nuestras vidas valen mucho más que un trabajo o un currículum.

¡Feliz Mes de la Salud Mental…bebæs!

____________________________

* Nuestro festival tendrá lugar de manera virtual los 4 y 5 de Junio. Inscríbete de manera gratuita a nuestra magnífica reunión sorora y comunitaria en https://vita-activa.org/vita-fest/

** El término «neurodiversidad» fue acuñado por la socióloga Judy Singer, que es autista, en 1997. https://psicoamena.com/psicologiadeldesarrollo/ser-neurodivergente/

El Burnout, ¿por qué afecta más a las mujeres?

Post: LMR

“Si alguna vez te has preocupado por no hacer lo suficiente y al mismo tiempo te has sentido demasiado exigido, eres un ser humano. Si alguna vez has sentido esos síntomas contradictorios del agotamiento y también has sentido que se te prohíbe reconocerlo, probablemente seas una mujer”,  Emily y Amelia Nagoski

Emily y Amelia Nagoski (hermanas gemelas) son dos investigadoras feministas que estudian el burnout (el síndrome del cansancio extremo) y cómo afecta en mayor proporción y de forma diferenciada a las mujeres. Ellas mencionan que la sociedad capitalista y patriarcal en la que vivimos es especialmente dura con las mujeres, de quienes se espera que den, den y den, sin pedir nunca un descanso, con una sonrisa y manteniendo la calma: estándares imposibles de cumplir. La brecha entre lo que hacen las mujeres y lo que la sociedad espera que sean las mujeres es una de las principales causas de agotamiento, esta diferencia genera que  las mujeres sientan constantemente que no son lo suficientemente buenas.

Definido como agotamiento emocional, despersonalización y disminución de la sensación de logro.

Las Nagoski plantean que existe una suposición profundamente incrustada y tácita de que las mujeres deben darlo todo, cada momento de su vida y toda su energía, al cuidado de los demás, esta suposición ve al  “autocuidado” como algo egoísta porque utiliza los recursos personales de las mujeres para promover su bienestar en lugar de usar estos recursos en el cuidado del otro.

Emily Nagoski en su blog contradice otras posturas que creen que el agotamiento extremo o burnout, no tiene solución, ella menciona que esta creencia  es un síntoma de agotamiento, ya que la definición del burnout está formada por el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución de la sensación de logro. Esta última es la razón por la que las personas quemadas sienten que nada de lo que hacen puede marcar la diferencia.

La cura no es la revolución, porque el capitalismo no es un enemigo externo que debamos derrotar y conquistar; no es un virus para nuestro sistema inmunológico colectivo. El capitalismo somos nosotras. Es una enfermedad autoinmune: nuestro propio cuerpo social se ataca a sí mismo”, Emily Nagoski 

En ese sentido, el autocuidado puede tratar algunos de los síntomas del agotamiento, pero no puede curar la enfermedad en sí. Si no es el autocuidado individual, ¿cómo tratamos una enfermedad autoinmune?

La enfermedad del burnout se aborda desde la cuerpa, aprendiendo a no tratar a nuestras partes como el enemigo.

La respuesta a esta pregunta para Emily Nagoski es que para curar la enfermedad del burnout; tenemos que ayudar al cuerpo a aprender a no tratar partes de sí mismo como el enemigo. Para ella la cura del agotamiento no puede ser una fantasía de revolución, ni el autocuidado. La respuesta es simplemente el cuidado como una acción constante; que se refleja cuando todes nosotres nos volvamos hacia les demás con amabilidad y compasión. Cuando vemos el cansancio y el agobio de les demás y les ofrecemos apoyo sin juzgarles, cuando nos damos cuenta de nuestra propia sensación de insuficiencia y nos permitimos que las demás personas sean testigos de ella y nos expresen su amor. 

La “cura” consiste en que cada une de nosotres se niegue a dejar que las fuerzas de la opresión racista, sexista y capitalista nos impidan amar al máximo a los demás. 

En el libro “Burnout: el secreto para desbloquear el ciclo de estrés”, Emily y Amelia Nagoski plantean algunos consejos prácticos para enfrentar el burnout, aquí algunas ideas qué comparten: 

  • Cuando te sientas agotada y abrumada, lo más probable es que lo que necesites sea descansar. No siempre puedes conseguirlo, pero es importante darse cuenta de que el problema no es que tu cuerpo o tu mente estén “fallando”, sino que están hambrientos de descanso. Explora tu entorno en busca de estrategias para añadir un poco más de descanso a tu vida, y pide ayuda.
  • Escucha a tu cuerpo. Aprende qué señales envía cuando está en apuros. Cuando envíe esas señales, confía en él y dale lo que necesita. Esa necesidad suele ser alguna forma de movimiento corporal, conexión amorosa, descanso o autoexpresión creativa.
  • Las mujeres no necesitan más herramientas de productividad, no necesitan más “valor”, necesitan más apoyo. 
  • Resiste el mensaje de que las mujeres tienen que “ser buenas, fuertes y educadas” todo el tiempo, recuerda que somos humanas. 
  • Ve los retos como momentos en los que puedes crecer y aprender. La idea es redefinir el éxito en tus propios términos. 
  • Establece objetivos específicos y personales que sean medibles, estén bajo tu control, sean agradables y puedas alcanzarlos rápidamente. Esto te ayudará a recordar tu propia definición de éxito.
  • Lucha contra la impotencia haciendo algo, lo que puedas. Grita. Camina. Baila. Convierte tu dolor en arte. Organiza tus libros. Demuéstrate a ti misma que eres competente y capaz.
  • Conéctate con personas que te entienden y comprendan los problemas que enfrentas.  

Referencias:  Nagoski, Emily, Burnout: You Don’t Have to Wait for the Revolution, to Feel Better.

El lenguaje como herramienta para una internet segura

Post por: Andrea Medina Medina @neapaax de @IntegradosChile y @somosfoich

Mi primer acercamiento a la discapacidad desde el periodismo fue hace poco más de 10 años, cuando comencé a desarrollar la idea sobre cómo internet elimina barreras para las personas con discapacidad y nos hace iguales a todas las personas. Con esa simple premisa comencé a investigar y logré realizar una investigación y un sitio web de noticias para personas con discapacidad. 

El lenguaje puede afectar las interacciones y se puede convertir en una barrera importante para las personas con discapacidad al momento de usar Internet.

Hace 10 años recién comenzaba a educarme sobre la discapacidad (porque ser una persona con discapacidad no significa que una sepa del tema) y aprendí que la discapacidad se genera por las barreras en los espacios físicos y las actitudes de las personas, que generan brechas, inequidades, prejuicios y discriminación, lo que finalmente impide nuestra participación en igualdad de condiciones. 

En mi investigación plantee que el ciberespacio está libre de barreras para personas con discapacidad física, considerando que se eliminan variantes como el cuerpo físico, pasando a un virtual, permitiendo un trato igualitario al no existir espacios físicos, como lugares con escaleras, calles en mal estado, etc., y poder tener un trato en igualdad de condiciones con las demás personas. 

Sin embargo, ya pasados los años, he aprendido más sobre la diversidad dentro de la discapacidad, las implicancias de la discapacidad en nuestra vida, la importancia de la accesibilidad, la autodeterminación, la autonomía y la participación como principios rectores y -por sobre todo- el uso del lenguaje como una herramienta para representar la diversidad. 

He aquí un importante hecho que no aprecié hace 10 años, el lenguaje puede afectar las interacciones y se puede convertir en una barrera importante para las personas con discapacidad al momento de usar Internet. Claro, en esos años era alentador cómo las redes sociales nos abrían el mundo a todas las personas y sobre todo a las personas con discapacidad, que pasamos mucho tiempo en nuestros hogares por la falta de accesibilidad en nuestras ciudades o por la necesidad de asistencia y apoyos para desarrollar actividades. De esta forma, Internet y las redes sociales se volvían una tierra prometida para nuestra autonomía. 

Pero la tierra prometida de los primeros años, se volvió una tierra con matices, claroscuros similares a la tierra física donde habitamos, con espacios seguros, diversos y respetuosos, pero con otros llenos de hostilidad, resentimiento y peligros, que finalmente se convierten en barreras para las personas con discapacidad. 

Sí, porque esta vez no hablamos de barreras físicas, sino de barreras actitudinales, que vuelven a hacer surgir la discapacidad, invadiendo nuestros cuerpos virtuales y dejando una estela en nuestras vidas virtuales, que se traspasa a nuestras vidas físicas y afecta nuestra salud mental. 

Cuando escribí mi investigación hace 10 años, no vislumbré la importancia del lenguaje y la reconstrucción de estereotipos y prejuicios del mundo físico en el mundo virtual. Si bien esto hoy es un problema, no considero que invalide la premisa anterior, sino que más bien actualiza el desarrollo de la idea original, considerando aspectos que han cambiado y evolucionado durante estos años en Internet y nuestras sociedades. 

Las personas con discapacidad buscamos espacios seguros, ambientes donde podamos estar tranquilas y en confianza, sin cuestionamientos a nuestro ser o actuar sólo por tener una condición de salud en particular. Internet nos brinda esto al lograr conectarnos con personas con vidas similares sin importar la discapacidad, pero existen personas que no dan tregua y persisten con la vulneración de nuestros derechos aún en espacios virtuales. 

Existe personas con discapacidad, especialmente jóvenes, que utilizan los espacios virtuales para relatar sus vidas cotidianas y hacer activismo sobre la inclusión de las personas con discapacidad, pero que se ven afectados por comentarios con lenguaje ofensivo, juicios respecto a sus vidas o evidencian prejuicios existentes en el mundo físico en el virtual. Lamentablemente, de esta situación no están ajenas otras personas, como niñas, niños y adolescentes, mujeres, personas de la comunidad LGBTTIQ+, personas indígenas, entre otras que pertenecen a comunidades segregadas. 

Ante este panorama, nuestro deber es afrontar este problema creando conciencia sobre la Internet segura y construyendo ambientes virtuales libres de prejuicios y respetuosos para todos, todas y todes. 

De ahí que debemos volver a lo básico, volver al lenguaje y hacer que sea nuestra herramienta para estas nuevas tareas. Así como el lenguaje es nuestra herramienta para visibilizar a las comunidades segregadas en el mundo físico, hoy debe ser nuestra herramienta para establecer comunidades virtuales seguras, donde prime el trato respetuoso y libre de barreras actitudinales y discriminación.

Las personas con discapacidad buscamos espacios seguros ambientes dónde podamos estar tranquilas y en confianza sin cuestionamientos a nuestro ser o actuar.

El lenguaje es la base de la comunicación, de lo que comunicamos y cómo nos comunicamos, por eso debe ser nuestra herramienta principal para construir una Internet segura para todas las personas. No permitamos que el lenguaje se convierta sólo en manifestaciones de prejuicios, sino que sea la forma como demostramos y validamos la existencia de la diversidad en todos nuestros mundos, el físico y el virtual.