Por Luisa Ortiz Pérez

Crédito de la Foto: Creative Commons
Este encuentro reúne a grupos de todo el mundo que trabajan en los desafíos tecnológicos más urgentes que afectan a los derechos humanos, la justicia social, la sociedad civil y el periodismo a nivel local, regional y global. Entre los temas que abordan las personas y organizaciones participantes trabajaron incluyeron: seguridad digital integral y protección de la sociedad civil; lucha contra la censura y vigilancia en línea; enfoques comunitarios frente a la inteligencia artificial, desinformación, políticas y gobernanza en internet; la relación entre el clima y la tecnología y la violencia de género en línea.
1. La fuerza de la colaboración feminista
Uno de los primeros aprendizajes fue reconocer la relación tan increíble que existe entre las organizaciones de financiamiento feminista. Participamos en una actividad colaborativa junto al Fondo de Acción Urgente para América Latina (FAU). Este espacio volvió a evidenciar las necesidades que enfrentan nuestras organizaciones en materia de financiamiento en el contexto actual.
Nos preguntamos qué queremos, cómo nos vemos a futuro, cuáles son nuestras mayores prioridades y, sobre todo, cuál es la mejor manera de colaborar. Ese diálogo me encantó; además, fue un recordatorio del enorme trabajo que se está haciendo en América Latina.
2. El impacto emocional del contexto actual
El segundo aprendizaje llegó en un panel organizado por el Fondo Numun y moderado por Yac J.K., su directora. El tema: el impacto emocional del contexto global y de la guerra.
Durante la conversación algunas reaccionamos de forma muy enfática a un comentario de una compañera que decía que había que seguir “echándole ganas”, estirar los fondos, apoyarnos y colaborar para salir adelante. Personalmente, comenté que estaba muy enojada. No por sus palabras, sino porque es profundamente frustrante que las pequeñas organizaciones terminemos cargando, subsidiando o sosteniendo los enormes daños que las grandes corporaciones causan en las comunidades. Es un desgaste emocional que no siempre se nombra, pero que pesa.
3. Cuidarnos también es trabajo
El último aprendizaje vino de la capacitación de una hora que organizamos sobre en primeros auxilios psicológicos para acompañantes. Asistieron casi diez personas y fue un espacio increíblemente íntimo y honesto. Conversamos sobre lo que implica ser acompañante y todo lo que eso consume: energía, tiempo, presencia emocional. Hablamos de cómo ese rol afecta no solo a nosotras mismas, sino también a nuestras familias, mascotas, animales de compañía y personas queridas. Acompañar también es cargar, y reconocerlo es parte del cuidado colectivo.

Una lección
Fue hermoso ver de nuevo nuestras aliadas y conocidas, también fué impactante ver menos participación y menos organizaciones; estamos cansadas, estamos agotadas, los fondos no están más. Aun así, siento un enorme agradecimiento hacia toda la comunidad del Global Gathering. Me quedo con ganas y energía para vernos en el Global Gathering de 2026.
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