Internet, teletrabajo y capitalismo

Post L.M.

El acceso a Internet es un derecho y, por lo tanto, se supone, de acceso universal. Sin embargo, para garantizar el acceso igualitario aún existen diferencias significativas en el uso, apropiación y participación en la creación de tecnología por parte de mujeres y personas LGBTTIQ+, pasando de considerarlas consumidoras a creadoras.  El acceso a Internet también es habilitador del ejercicio de otros derechos como el de la libertad de expresión, el acceso a la información, a la educación, el derecho al trabajo e incluso a la protesta y la participación política. 

El acceso a Internet es un derecho universal, en teoría. Pero aún existen grandes diferencias en el uso, habilidades y participación por parte de mujeres y personas LGBTTIQ+.

La pandemia ha acelerado la necesidad urgente de entender al internet como un espacio cívico y de vida personal y laboral, profundizado desigualdades grandes de acceso y ejercicio de derechos a través de Internet, agrandando la brecha digital de género en la mayoría de sus dimensiones. 

Entre sus principales manifestaciones se encuentra el trabajo en línea -conocido como “teletrabajo”-, que para muchos sectores de la población luce como algo beneficioso, porque se puede trabajar desde diferentes lugares del mundo, administrando los tiempos con mayor flexibilidad, entre otros. 

Sin embargo, para las mujeres que se hacen cargo de las tareas de cuidado, además de actividades de participación política, liderazgo y crianza; el trabajo remoto ha sumado una o dos jornadas de trabajo extras. Cualquier persona, empresa u organización que utilice la modalidad de teletrabajo, debe hacerlo desde una perspectiva feminista para garantizar que sea ético y sostenible en el tiempo; para ello necesita considerar las siguientes ideas:

  • Trabajar desde casa no reduce las tareas de cuidado no remuneradas que realizan las mujeres. Para otras poblaciones, sobre todo las que enfrentan barreras sociales, el trabajo en línea ha afectado la posibilidad de descansar; es decir, dejar de trabajar y tomarse un respiro durante las horas laborales. Para quienes tienen trabajos en línea, la oficina está en casa y desconectar supone un gran esfuerzo, lo que puede llevar a un desequilibrio poco saludable entre la vida laboral y personal con nuestros dispositivos. La virtualidad no es sinónimo de disponibilidad 24/7.
  • Después de la Covid-19, el agotamiento o burnout ha aumentado y quizá esté relacionado con las nuevas dinámicas de trabajo. Las personas que trabajan desde casa caen en la trampa de no tomarse tiempo libre para recargar energía.  También ha difuminado la línea que separa el trabajo de la vida familiar, personal, del disfrute y de la vida social. Es como si trabajando en línea no se pudiera bajar el interruptor y apagar la jornada laboral. De ahí viene el agotamiento que cada vez es más grande. Idear formas de incorporar en las rutinas espacios de descanso, autocuidado y buenas prácticas de cuidado comunitario es clave para garantizar el bienestar de las personas y la sostenibilidad en la lucha de sus causas.
  • El agotamiento también está relacionado con el capitalismo. Este sistema internalizado nos hace creer que no importa lo que se haya conseguido en el horario laboral,  siempre hay “más” por hacer. La velocidad es la nueva normalidad. Existe una presión constante para hacer más, más rápido y mejor. Y a medida que aumenta la carga de trabajo, también lo hace el nivel de estrés. Cuando se nos ha incorporado tanto al capitalismo, tendemos a creer falsamente que las personas que se toman un tiempo libre para relajarse, descansar o balancear su vida, están fracasando o dejando las tareas difíciles para que las haga alguien más. Esto nos convierte en personas tristes, con desesperanza, con ansiedad e irritabilidad, pero trabajando todo el tiempo. Tal cual el capitalismo nos quiere. Incorporar nuevas formas de valorar y medir el éxito en el cumplimiento de objetivos es posible y necesario; la eficiencia no puede ser el inicio y fin último de ningún espacio laboral.

Descansar es resistir, tomarte un respiro es resistir, cuidar de tu cuerpo y de tu mente es resistir, resistir al capitalismo. 

Construir espacios donde podamos sentir afecto y validación de nuestras amistades es un acto de resistencia al capitalismo, y así dejamos de sostener nuestra identidad ligada sólo al trabajo que hacemos. No somos nuestro trabajo. No somos nuestra productividad. 

Si bien gracias a Internet podemos trabajar desde cualquier lugar, no olvidemos que antes de la pandemia usábamos más Internet para divertirnos, ver nuestras series favoritas, armar nuestra playlist, compartir memes con amistades, contactar con nuestros seres amados que viven lejos, conspirar con las compas.

Internet también es un espacio para el goce y disfrute, no solo para el trabajo. 

Internet también es un espacio para el goce y disfrute, no solo para el trabajo. 

Referencias:

PROFUNDIZACIÓN DE LAS BRECHAS DE DESIGUALDAD POR RAZONES DE GÉNERO: EL IMPACTO DE LA PANDEMIA EN LOS CUIDADOS, EL MERCADO DE TRABAJO Y LA VIOLENCIA EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE 

– ¿Es agotamiento o capitalismo interiorizado?

– Destapar la crisis. Trabajos de cuidados en tiempos de coronavirus

– ¿Esto es todo lo que hay? Por qué el agotamiento es una promesa incumplida

– “No merezco estar quemado”. Cómo el capitalismo complica el descanso

Cansada de no poder estar cansada

Post: G.S.

Durante el VitaFest, experimentamos el formato desconferencia, un espacio donde cualquier participante podía sugerir y votar el tema a debatir. Y entre los tópicos más votados surgió el cansancio como tabú. Allí y en ese momento, mujeres y diversidades descargamos nuestras reflexiones retenidas y silenciadas por tanto tiempo. 

Como activistas, periodistas y como mujeres enfrentamos una sobrecarga de labores y demandas sobre nuestro tiempo y disponibilidad.

¿Por qué me da culpa sentirme cansada? ¿Tengo que poder con todo yo sola? ¿Necesitar descansos me hace menos valiosa? ¿Qué estoy tratando de probar mostrándome invencible e incansable?

Como activistas, como periodistas, como mujeres activas en la sociedad civil y en la agenda de derechos, enfrentamos una sobrecarga de labores y también de demandas sobre nuestro tiempo y disponibilidad. Se nos exige estar en muchos frentes; en el cuidado de la casa, del trabajo, de las relaciones. Y siempre bellas, radiantes, sin chistar.

Nuestra cuerpa es integral y en ocasiones emite muchas alertas, llamados para que paremos. Son los dolores de espalda, el malestar en los pies, la sensibilidad en el estómago, los ojos que lagrimean, la irritabilidad en el humor. Somos nosotras gritando y no nos estamos escuchando. 

Nos auto-convencemos de que no es para tanto y nos sentimos culpables por darnos un momento libre. Nos castigamos por sentir el malestar y presionamos a seguir y seguir, en lugar de descansar. 

Merecemos aprender a poner un freno y dejar de violentar a nuestra cuerpa al ignorarla.

¿Te gustaría al menos intentarlo? Aquí te van algunos tips que logramos reunir entre todas durante la desconferencia en VitaFest:

  • Agenda tiempos “para tí” todos los días. Eso te ayudará a ponerte entre tus prioridades. Pueden ser tiempos para hacer algo concreto que te guste o simplemente “hacer nada” y desconectarte de las obligaciones. 
  • Dedícate momentos para compartir con otres que te hagan sentir querida.
  • ¡Sacude el sedentarismo! Puedes hacer yoga, aprovechar la rutina de cuidado de tus mascotas para salir a caminar, poner la lista de Spotify de Vita y bailar por la casa.
  • Conéctate con el aquí y el ahora. Centrar la atención en las sensaciones y manifestaciones de la cuerpa es un buen entrenamiento para el disfrute. Puedes buscar ejercicios de Mindfulness.
  • Busca apoyo. Si tienes los recursos, puedes iniciar una terapia. También puedes compartirle a alguien que necesitas ayuda, y aprender a delegar tareas. Esto también es una muestra de confianza hacia nuestro entorno.
  • Aplica la higiene del sueño y cuida los ciclos de descanso.
  • Recuerda que si puedes ser dulce y compasiva con otras personas, también puedes ofrecerte eso a ti misma y poner límites. Esto cuenta para familia, amistades y relaciones laborales. No estar las 24 horas del día disponible para el resto es perfectamente sano.
  • Conócete para saber qué tipo de cosas te funcionan a tí. No todas nos relajamos o nos sentimos igual con las mismas cosas. ¡Estas sólo son sugerencias!
Tips de autocuidado contra el cansancio: conócete para saber qué tipo de cosas te funcionan a tí. No todas nos relajamos o nos sentimos igual con las mismas cosas.

Si estás experimentando estrés, trauma, crisis, cansancio crónico y/o violencias de género, contáctanos. No estás sola.

Puedes revivir el Vita Fest aquí.

El Burnout, ¿por qué afecta más a las mujeres?

Post: LMR

“Si alguna vez te has preocupado por no hacer lo suficiente y al mismo tiempo te has sentido demasiado exigido, eres un ser humano. Si alguna vez has sentido esos síntomas contradictorios del agotamiento y también has sentido que se te prohíbe reconocerlo, probablemente seas una mujer”,  Emily y Amelia Nagoski

Emily y Amelia Nagoski (hermanas gemelas) son dos investigadoras feministas que estudian el burnout (el síndrome del cansancio extremo) y cómo afecta en mayor proporción y de forma diferenciada a las mujeres. Ellas mencionan que la sociedad capitalista y patriarcal en la que vivimos es especialmente dura con las mujeres, de quienes se espera que den, den y den, sin pedir nunca un descanso, con una sonrisa y manteniendo la calma: estándares imposibles de cumplir. La brecha entre lo que hacen las mujeres y lo que la sociedad espera que sean las mujeres es una de las principales causas de agotamiento, esta diferencia genera que  las mujeres sientan constantemente que no son lo suficientemente buenas.

Definido como agotamiento emocional, despersonalización y disminución de la sensación de logro.

Las Nagoski plantean que existe una suposición profundamente incrustada y tácita de que las mujeres deben darlo todo, cada momento de su vida y toda su energía, al cuidado de los demás, esta suposición ve al  “autocuidado” como algo egoísta porque utiliza los recursos personales de las mujeres para promover su bienestar en lugar de usar estos recursos en el cuidado del otro.

Emily Nagoski en su blog contradice otras posturas que creen que el agotamiento extremo o burnout, no tiene solución, ella menciona que esta creencia  es un síntoma de agotamiento, ya que la definición del burnout está formada por el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución de la sensación de logro. Esta última es la razón por la que las personas quemadas sienten que nada de lo que hacen puede marcar la diferencia.

La cura no es la revolución, porque el capitalismo no es un enemigo externo que debamos derrotar y conquistar; no es un virus para nuestro sistema inmunológico colectivo. El capitalismo somos nosotras. Es una enfermedad autoinmune: nuestro propio cuerpo social se ataca a sí mismo”, Emily Nagoski 

En ese sentido, el autocuidado puede tratar algunos de los síntomas del agotamiento, pero no puede curar la enfermedad en sí. Si no es el autocuidado individual, ¿cómo tratamos una enfermedad autoinmune?

La enfermedad del burnout se aborda desde la cuerpa, aprendiendo a no tratar a nuestras partes como el enemigo.

La respuesta a esta pregunta para Emily Nagoski es que para curar la enfermedad del burnout; tenemos que ayudar al cuerpo a aprender a no tratar partes de sí mismo como el enemigo. Para ella la cura del agotamiento no puede ser una fantasía de revolución, ni el autocuidado. La respuesta es simplemente el cuidado como una acción constante; que se refleja cuando todes nosotres nos volvamos hacia les demás con amabilidad y compasión. Cuando vemos el cansancio y el agobio de les demás y les ofrecemos apoyo sin juzgarles, cuando nos damos cuenta de nuestra propia sensación de insuficiencia y nos permitimos que las demás personas sean testigos de ella y nos expresen su amor. 

La “cura” consiste en que cada une de nosotres se niegue a dejar que las fuerzas de la opresión racista, sexista y capitalista nos impidan amar al máximo a los demás. 

En el libro “Burnout: el secreto para desbloquear el ciclo de estrés”, Emily y Amelia Nagoski plantean algunos consejos prácticos para enfrentar el burnout, aquí algunas ideas qué comparten: 

  • Cuando te sientas agotada y abrumada, lo más probable es que lo que necesites sea descansar. No siempre puedes conseguirlo, pero es importante darse cuenta de que el problema no es que tu cuerpo o tu mente estén “fallando”, sino que están hambrientos de descanso. Explora tu entorno en busca de estrategias para añadir un poco más de descanso a tu vida, y pide ayuda.
  • Escucha a tu cuerpo. Aprende qué señales envía cuando está en apuros. Cuando envíe esas señales, confía en él y dale lo que necesita. Esa necesidad suele ser alguna forma de movimiento corporal, conexión amorosa, descanso o autoexpresión creativa.
  • Las mujeres no necesitan más herramientas de productividad, no necesitan más “valor”, necesitan más apoyo. 
  • Resiste el mensaje de que las mujeres tienen que “ser buenas, fuertes y educadas” todo el tiempo, recuerda que somos humanas. 
  • Ve los retos como momentos en los que puedes crecer y aprender. La idea es redefinir el éxito en tus propios términos. 
  • Establece objetivos específicos y personales que sean medibles, estén bajo tu control, sean agradables y puedas alcanzarlos rápidamente. Esto te ayudará a recordar tu propia definición de éxito.
  • Lucha contra la impotencia haciendo algo, lo que puedas. Grita. Camina. Baila. Convierte tu dolor en arte. Organiza tus libros. Demuéstrate a ti misma que eres competente y capaz.
  • Conéctate con personas que te entienden y comprendan los problemas que enfrentas.  

Referencias:  Nagoski, Emily, Burnout: You Don’t Have to Wait for the Revolution, to Feel Better.

Las trampas de la productividad

Investigación y Texto LMR | Ilustraciones PP

Las trampas de la productividad

“Tu productividad no define tu valor”.

El concepto de productividad 

La productividad en un mundo capitalista generalmente se refiere a la capacidad de una persona, equipo u organización para trabajar de manera eficiente dentro de ese tiempo con el fin de maximizar la producción.

¿Cómo impacta nuestra vida este concepto?

El concepto de productividad nos hace creer que nuestro valor está determinado por todas las obligaciones que tenemos o las tareas y plazos que cumplimos.  Nos da hace pensar que quienes somos depende de nuestros logros, lo que compramos o los títulos que obtenemos. Ser productive es sinónimo de tener éxito. Creemos que si trabajamos lo suficiente, nos sucederán cosas buenas. Esto nos mantiene agotades con largas listas de cosas por hacer y sin tiempo para descansar. 

¿Cómo impacta este concepto nuestra salud mental?

No tener tiempo para descansar y tener siempre la agenda llena nos distrae de lo que está pasando con nuestras emociones y nuestro cuerpo. ¿Me encuentro bien?, ¿Cómo me hace sentir todo el ajetreo en mi vida? 
Siempre estar ocupade nos hace posponer el cuidado de nosotres mismes. Muchas veces se vuelve más fácil enfocarse en tareas, proyectos, trabajos que en nuestras emociones, pero bajar la velocidad está permitido, detenernos y preguntarnos:

¿Cómo estoy? ¿Cómo me siento hoy? ¿Qué necesito?

Tu productividad no define tu valor

Consejos para no caer en la trampa de la productividad

  • Reduce la velocidad, el mundo no se termina si descansas unas horas.
  • Anota en tu agenda los días u horas que dedicarás al descanso y al autocuidado. 
  • Las personas que trabajan demasiado tienen un riesgo significativamente mayor de depresión y ansiedad, no tengas miedo a decir “No” a nuevos proyectos, las oportunidades vuelven. (Si no es ahora sera mañana…🎶🎶🎶)
  • Está comprobado que el descanso y ocio fomentan la creatividad que te ayudarán a realizar tus tareas laborales de forma más amena.
  • Tomar descansos durante períodos de crisis social es una forma poderosa de autocuidado y de rebeldía.

Referencias:  

Your worth is not measured by your productivity

Productivity

Burnout y Capitalismo

Texto e investigación de LMR <3

“El antídoto contra el burnout es regular el  capitalismo. Hemos reducido nuestras vidas a listas de tareas pendientes”.

Anne Helen Petersen

¿Qué es el burnout?

¿Qué es el burnout?

El estrés laboral, mejor conocido como síndrome de burnout, es un tipo de estrés crónico, se caracteriza por un agotamiento excesivo tanto físico como mental, desmotivación e insatisfacción en el trabajo. En el área laboral, el agotamiento (burnout) es uno de los impedimentos más generalizados para la salud mental. 

¿Qué tiene que ver el burnout con el capitalismo? 

El capitalismo ha generado una glorificación al sacrificio personal para mantener altos niveles de productividad. Esto junto con las malas condiciones de trabajo de nuestros países, generan problemas en nuestra salud mental.  El mundo capitalista nos da el mensaje de que si no trabajamos en exceso nos vamos a quedar atrás u otra persona vendrá a hacerlo por nosotras. Eso nos hace sentir reemplazables y en alerta constante. 

De este modo, existen dos formas principales en las que el exceso de trabajo puede reducir la salud. Uno es el costo biológico del estrés crónico, con un aumento en las hormonas del estrés que conduce a un aumento de la presión arterial y el colesterol. También están los cambios de comportamiento, las personas que pasan largas horas pueden estar durmiendo poco, apenas haciendo ejercicio, comiendo alimentos poco saludables y fumando y bebiendo para sobrellevar la situación.

Trabajar horas extras se ha convertido en la norma para la mayoría de las personas. Y, ahora que nos hemos acostumbrado al trabajo remoto, la línea entre el final de la jornada laboral y el comienzo del tiempo personal puede volverse aún más borrosa. Los  correos electrónicos fuera de horario y las miles de fechas límite de entrega, han  creado un nuevo entorno de trabajo “siempre activa”, lo que ha empeorado con la pandemia. En esta cultura capitalista del trabajo la estabilidad del mercado tiene prioridad sobre la estabilidad de la vida de las personas. 

El derecho al ocio 

El ocio es considerado como una experiencia vital. El ocio es fundamental para la vida de cualquier persona. Se trata de utilizar el tiempo libre en aspectos que nos producen satisfacción y placer. Reconocer el ocio como un derecho, manifiesto la importancia para el bienestar de las personas. Las actividades de ocio nos dan un flujo de energía positivo. Refrescan nuestra mente. Colabora para mejorar o mantener nuestra  salud mental. 

El derecho al ocio. Reconocer el ocio como un derecho de importancia  vital para el bienestar de las personas. Colabora para mejorar o mantener nuestra salud mental.

¿Cómo resistimos al burnout?

Como el Burnout tiene una fuerte relación con el capitalismo, para vencerlo del todo se lo tiene que hacer desde la colectividad y solidaridad y no como personas individuales. El Burnout no se resolverá del todo hasta que no se pueda resolver para todas y todes. Y eso significa cambios sociales respecto a las condiciones y cultura laboral en nuestros países.  

El auto cuidado también es importante para resistir. 

Nuestros consejos:

– Haz ejercicio; la actividad física mejora la forma en que nuestro cuerpo maneja el estrés. 

– Toma siestas, intenta organizar tus actividades para que puedas tomar una siesta por la tarde.

– Invierte tiempo en ti; eres una persona que merece cuidados. Tenemos que comer mejor, movernos mejor y dormir mejor para sentirnos mejor.

– Socializa; los momentos que pasamos con nuestra familia y amigos son preciosos y son fundamentales, especialmente cuando intentamos gestionar las horas extra de trabajo. 

– Busca apoyo, con tus compañeras/es de trabajo, amigas o amigues y seres queridos; el apoyo y la colaboración pueden ayudarte a sobrellevar la situación. 

– Desconéctate; estar disponible en el trabajo las 24 horas del día, los 7 días de la semana, nos expone a  factores estresantes todo el tiempo y eso nos impide recargar energías.

– Presta atención a las señales de tu cuerpo: Es fácil pensar que un dolor de cabeza es el resultado de la deshidratación, que un dolor de estómago es el resultado de algo que comiste y que un dolor de cuello se debe a dormir mal, pero no siempre es así. A menudo, los dolores y molestias son una acumulación de estrés y ansiedad. 

Referencias: 

El Burnout

Resiliencia y el modelo burnout-engagement en cuidadores formales de ancianos

Selfish capitalism and mental illness

El derecho al ocio: un derecho humano en ocasiones desconocido

Is extreme working culture worth the big rewards