Ética del cuidado

“La vida en común es lo que hace posible una vida humana que no se basta nunca a sí misma. Es imposible ser sólo un individuo. Lo dice el cuerpo, el frío, el hambre, la marca del ombligo, nuestra voz con sus acentos”.

Marina Garcés  

Post L.M

La politóloga estadounidense Joan Tronto define al cuidado como “Todo aquello que hacemos para mantener, dar continuidad y reparar nuestro mundo de manera que podamos vivir tan bien como sea posible. Este mundo incluye nuestros cuerpos, nuestros yo-es y nuestro entorno, todo lo cual tratamos de entrelazar en una red compleja que sostiene la vida”.

¿Qué es la ética del cuidado?
El acto político de trasladar los cuidados del ámbito privado al espacio público.

De la ética del cuidado se desprenden relaciones de apoyo y amistad. Las relaciones de amistad a lo largo de la vida proveen un complemento, así como también una alternativa a las restricciones que establece el matrimonio, relaciones de pareja y otros lazos familiares.

Cuidados en red. Ejercemos cuidados para mantener y reparar nuestro mundo, en una red que sostiene la vida.

Las redes feministas desafían los límites de la familia nuclear heterosexual como espacio principal donde se establecen y se estudian las relaciones de cuidados. A su vez, en este tipo de redes se comparten distintas dimensiones de la vida cómo el cuidado emocional, económico, se comparten luchas políticas, alegrías, tristezas, entre otros.

Sin embargo, no hay que confundir el sacrificio con el cuidado. El sacrificio propicia el bienestar de muchos a cargo de una sola persona, y no un cuidado colectivo entre todas las personas participantes de una relación, sea esta familiar, política, laboral, de amistad o sexual. 

En el caso de la lógica del sacrificio en lo doméstico se puede observar que los hombres son los sujetos construídos desde el patriarcado para recibir cuidado, pero no para generarlo; esto es concebido como un privilegio, pues al ser los hombres los sujetos sociales del poder, se desvaloriza el cuidado, hay una negación del valor del cuidado ya que los hombres no lo ejercen y termina por ser invisibilizado y precarizado. Esto decanta en mayor sacrificio de las mujeres.

En el ámbito del activismo y las luchas colectivas, la lógica del sacrificio lleva al deterioro emocional y físico, lo que puede generar, además del evidente impacto directo en el plano personal, afectaciones en las relaciones dentro de los colectivos. 

Ética del cuidado no es sacrificio. El sacrificio propicia el bienestar de muchos a cargo de una sola persona, y no un cuidado colectivo.

Al asociar el cuidado con sacrificio (y no sacarlo del significado patriarcal impuesto) se desvalorizan las capacidades individuales y comunitarias de autogestión y sostenimiento autónomo generando más dependencia en las organizaciones, lo que alimenta los liderazgos verticales. Además, se limitan las posibilidades de redes afectivas expresadas en la ética del cuidado.


¿Cómo podemos poner en práctica la ética del cuidado en nuestro día a día?

  1. Apoya la autonomía de tus compañeras y compañeres cuando toman decisiones que tienen efecto en sus vidas. 
  2. Escucha a las demás personas. Es importante pensar en la labor importante que tiene la palabra y la escucha activa.
  3. Entrena la capacidad de entender tus propias emociones. Así te será cada vez más fácil entender las de los demás. 
  4. Enfócate en comprender al otro/a en vez de juzgarlo/a.
  5. Confía en tu comunidad y en dividirse las tareas de cuidado. El peso del estrés aumenta para las personas que cuidan de otros.
  6. Cuida a quienes te rodean. Sustituye el sentimiento de amenaza por el sentimiento de lo que tú puedes hacer por ti y por los demás. Te sentirás más útil y será reconfortante.
  7. Reconoce tus límites y los de les demás.
  8. Practica el autocuidado: 
    – Ser nuestra prioridad significa proteger nuestra mente y nuestros cuerpos aunque todo el mundo espere lo contrario.
    – Podemos decir no, aunque estemos frente a una gran oportunidad si no nos sentimos en condiciones para hacerlo.

Referencias

La ética del cuidado en los acompañamientos feministas de mujeres que deciden abortar. Reflexiones a partir del diálogo con una colectiva feminista en Mendoza, Argentina
La ética del cuidado como forma de organización política feminista en Costa Rica.