5 años de Vita Activa, 5 aprendizajes

Post: G.S.

Un 1 de abril de 2019 Vita Activa nacía con una pregunta: ¿Quién cuida a las que cuidan? ¿Cómo está la salud mental de activistas y defensoras de los derechos humanos?

Desde entonces, la organización ha acompañado y recibido acompañamiento de otras acompañantes. Las “Vitas” han sido un apoyo para quienes nos buscan, y también se han dejado atravesar por contradicciones, experiencias y aprendizajes permanentes a partir de cada conversación. 

En los últimos meses, Vita Activa preguntó a su audiencia en redes sociales, a su Consejo Asesor y a sus aliadas cuáles fueron los 5 años lecciones que estos 5 años dejaron.

Aquí puedes encontrar los 5 aprendizajes colectivos más fundamentales y en proceso de transformación, destacados por la comunidad de Vita Activa en redes sociales y a compañeras en el activismo. 

5 años de Vita Activa, 5 aprendizajes.

Aprendizaje N°1: “Si escucho a mi cuerpa, tomo mejores decisiones

Escuchar y atender a la cuerpa “física” significa estar AQUÍ con ella, preguntarle qué necesita en ESTE momento para sentirse calmada, en ESTE contexto, con las posibilidades a mano. Aprender a darle tiempo a esta escucha sin teorizar, es un desafío que implica “simplemente” dejar que la cuerpa sienta lo que está sintiendo, sin juzgarla o ignorarla en pos de “seguir adelante”.

El cuerpo no entiende de conceptos sino de sensaciones”, es algo que suele repetir el terapeuta e integrante de Vita Activa, César Montesano: ¿Qué quiere decir la cuerpa cuando se tensa frente a ciertas situaciones, cuando se le dificulta dormir o concentrarse, cuando quiere escapar del presente? ¿Cómo se deja que fluya el movimiento (o quietud) que la cuerpa propone en este momento?, ¿se está alimentando bien?, ¿se está expresando?, ¿está descansando y disfrutando?

Aprender a estar en el presente no es fácil y no siempre es posible controlar todas las variables. Volver al centro y sentir lo que la cuerpa comunica es un ejercicio constante. Pero es el primer paso para tomar decisiones más acertadas y seguras. 

Aprendizaje N°2: “Descansar es resistir

No sólo desde afuera se nos exige NUNCA PARAR. Se aprende a asociar el valor propio a la “productividad”, a la “eficiencia”. Se aprende a sentir culpa incluso en nuestros momentos de ocio y dispersión. 

Suena intuitivo, pero descansar y bajarle al ritmo de trabajo es parte de lo que hace a las personas sentirse más conectadas y, por lo tanto, ser más creativas. Vale preguntar a quién le pertenece la creencia de que sólo es valiosa una persona que está llena de tareas y actividades. Y un buen comienzo es explorar con qué emociones se encuentra cuando se está “haciendo nada”.

“No somos heroínas siempre, ni le debemos pruebas a nadie de que todo lo podemos solas. No somos lo que producimos. No tenemos que ganarnos nuestros descansos. El descanso es un derecho que nos pertenece, aunque a veces no podamos ejercerlo en este mundo hostil”.
Aprendizajes de Vita Activa

Y entonces, ¿cómo se hace? Una propuesta es aprender a marcar los límites sin culpa, cuidar a qué/quiénes se le dedica la energía, descubrir qué actividades sirven a cada persona para descansar y agendar tiempos concretos a respetar para ponerlas en práctica.

En este video Lu An Méndez, miembra del Consejo Asesor de Vita Activa, cuenta cómo vive este aprendizaje.

Aprendizaje N°3: “Mi vida digital también es real. Las tecnologías y la virtualidad afectan mi cuerpa y mi territorio

Todos los datos que constituyen la identidad de cada persona en línea, todo eso que forma parte de ella en las plataformas digitales y los sentires que vienen de sus interacciones, del contenido que consume y de la hostilidad o libertad que percibe del ambiente digital, forma parte de lo que se denomina la “cuerpa digital”. 

La vida en línea es igual de real que la vida fuera de las plataformas. Por ello tiene sentido que lo que pase allí afecte, que las redes que allí se tejen sean igual de importantes para la cotidianeidad que las físicas. Y también que las violencias digitales tengan impactos reales. Estas siguen las mismas lógicas y las más afectadas son mujeres y personas LGBTIQA+, periodistas y activistas de los derechos humanos.

Las tecnologías no son neutrales. En general no consideran el impacto ambiental material que generan en los países de los cuales se extraen las materias primas para su creación. Por ejemplo, las Inteligencias Artificiales están atravesadas por sesgos de quienes las programan y reproducen sus prejuicios y violencias. Para ello, es necesario ponerle ojo a las estrategias para generar autonomía y seguridad digital.

Aquí te dejamos algunos tips de seguridad digital con perspectiva de género.

Aprendizaje N°4: “Pedir ayuda es un acto de valentía. Nadie se salva sole

Las mujeres y personas LGBTIQA+ suelen estar siempre disponibles para apoyar a otras en apuros. Pero ¿por qué cuesta tanto admitir que también están sobrepasadas y necesitan ayuda? Se ha instalado el discurso del autocuidado como un deber individual, lo que las deja aisladas, responsabiliza de todo el malestar y resta potencia

Un aprendizaje en práctica continua es que las redes de apoyo salvan, porque sanar es un acto colectivo. Si una persona sana la relación con el trabajo, por ejemplo, podrá apoyar a otras en su proceso, y viceversa. En este sentido, el autocuidado es fundamental, pero es insuficiente a nivel estructural. 

Como la sociedad funciona como un micelio, todas las personas están conectadas y, por eso, Vita Activa propone apuntar a los cuidados comunitarios: “Yo te cuido, tu me cuidas, nos tenemos. Juntas somos más fuertes“.

Si te interesa profundizar más en este tema, te dejamos esta reflexión.

Aprendizaje N°5: “Un ‘¿cómo estás hoy?’ puede cambiarlo todo

En las empresas, organizaciones e incluso en espacios de activismo, se suele privilegiar el hacer, el concretar y el producir en detrimento del sentir, el habitar, el experimentar. En estos lugares se pasa gran parte del tiempo, por lo cual, aplicar la escucha y presencia activa podría ser la primera semilla para que allí florezca la seguridad y la contención comunitaria.

En Vita Activa se practican círculos de cuidado. Son reuniones en las que las integrantes de la organización se permiten conectar, compartir cómo cada una aprende, se equivoca y vive la labor y el activismo. 

En la práctica esto implica un cambio de mentalidad y de dinámicas a las que quizás no se han tenido acercamiento antes, pero está comprobado que en espacios donde una persona se sienta segura y escuchada, se reducirá su estrés y agotamiento y además se facilitará la retroalimentación y la innovación

¿Te animas a tomar y adaptar lo que te resuene de estos aprendizajes?

Vita Activa es una línea de ayuda para mujeres y personas LGBTIQA+, periodistas, activistas y defensorxs de los derechos de género, del trabajo, de la madre tierra y de la libertad de expresión.

Si necesitas acompañamiento, contáctanos:

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